Jueves, 28 de Marzo 2024

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Vacunarse: Una Lotería

Por: Pablo Latapí

Vacunarse: Una Lotería

Vacunarse: Una Lotería

A menos de que se tengan influencias importantes en el Sector Salud, vacunarse hoy en día contra el coronavirus es una auténtica Lotería.

Un asunto de suerte.

Y para ejemplo, mi caso.

Al tener mi actividad profesional en Jalisco, pero a mi esposa en Ciudad de México, fue una verdadera disyuntiva como adultos mayores dónde registrarnos para recibir la vacuna.

Cuidándonos de no contraer el virus, hemos optado por no viajar en avión, y lo hacemos preferentemente por carretera, lo que significaba que, en caso de registrarnos en Jalisco, donde asumo que nos tratarían mejor y más rápido que en la superpoblada capital, implicaría que en caso de recibir el aviso de vacunación de un día a otro (como está ocurriendo) tendría yo que viajar a Ciudad de México, recoger a mi esposa y ambos regresar aquí.

Muy apretado.

Se antojaba mucho más práctico, y entendiendo que estaríamos entre los más de 20 millones que pueblan esa ciudad, registrarnos allá y entonces yo viajar inmediatamente, lo que suponíamos que tardaría meses.

Pero, para nuestra excelente fortuna, el lugar donde tenemos registrado nuestro domicilio en la capital está en una de las tres alcaldías menos pobladas y con mayor marginación: La Magdalena Contreras, de tal suerte que fue una de las tres primeras en la lista de vacunación.

Durante el fin de semana llegó un cargamento de vacunas de los laboratorios AstraZeneca elaboradas en India, nos hablaron por teléfono, por letra del apellido mi esposa fue citada al día siguiente y yo un día después.

Madrugamos para hacer la fila y después de cinco horas, primero ella y yo después, recibimos la primera dosis de la vacuna.

La primera persona que yo conozco directamente que se haya vacunado es mi esposa, y yo soy la segunda.

Entiendo que hay millones de adultos mayores en el país, mucho más expuestos que nosotros, pero Dios, el destino o como quiera llamarle nos puso entre los primeros en la línea.

El número de vacunas que sigue llegando es muy reducido; pasarán varios meses para que se pueda hablar de que la población está inmunizada, pero los criterios con que han seleccionado los primeros lugares para vacunar nos favorecieron a nosotros del mismo modo que perjudican a la gran mayoría.

Al parecer, para no diluir el efecto de estas pocas vacunas, eligieron municipios poco poblados (de alta marginación) y tardarán para llegar a los grandes núcleos urbanos.

Al parecer es un tema de suerte (¡de mucha suerte!), y lo que resta es esperar que a nuestros amigos y familiares les toque un premio en esa gran Lotería en la que participan más de 120 millones de personas.

Yo doy gracias a quien haya que darlas.

platapi.en.i@hotmail.com

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