El escándalo de la mansión de su hijo mayor José Ramón López Beltrán en Houston ha venido a trastocar como nunca el principal espacio de poder del Presidente como es su púlpito mañanero.Pese a la inconformidad de Andrés Manuel López Obrador, el tema lleva ya dos semanas siendo asunto cotidiano en las ruedas de prensa mañaneras excepto ayer que pareció salir por piernas argumentando que tendría que irse pronto al Aniversario de la Fuerza Aérea Mexicana en la base de Santa Lucía, donde se construye el nuevo aeropuerto.Convertido desde el inicio de su sexenio en el principal pilar de su gobierno, ese ejercicio de comunicación cotidiana se manejaba al antojo y las prioridades del Presidente. Antes de este momento crítico, López Obrador tuvo que enfrentar serios cuestionamientos en octubre del 2019 luego del “Culiacanazo” cuando la sombra de haberse rendido al cártel de Sinaloa al soltar a Ovidio Guzmán, llegó a las mañaneras y también alteró el que era su espacio y atmósfera más cómoda. Sin embargo y pese a la gravedad de ese hecho que marcó para siempre su gobierno, tuvo la habilidad de sacudirlo y retomar el control de la agenda temática.A diferencia de aquel momento, esta vez al Presidente se le ha visto particularmente molesto y errático, y no se ha podido zafar de las reacciones de este caso ni desactivar la presunción del conflicto de interés con la petrolera privada Baker Hughes que un mes después de vender a Pemex, uno de sus altos directivos resultó el dueño de la casona habitada por López Beltrán y su esposa, dedicada también a ese giro. La semana que termina fue particularmente crítica y López Obrador perdió el control absoluto que mantenía para marcar agenda en los temas a los que él quería dar relevancia.El miércoles asomaron esos reflejos presidenciales al sacar sorpresivamente el tema de “la pausa” en las relaciones diplomáticas con España por los presuntos abusos de las empresas ibéricas en México que sorprendió a propios y extraños, y que podría significar un alto costo en el intercambio comercial con el segundo País después de Estados Unidos que más invierte en el País.Pero parece que ese nuevo frente que abrió con España no será suficiente para sacar de la agenda el tema de la “Casa del Bienestar” que golpea en la línea de flotación a sus principales banderas políticas como son la austeridad y el combate a la corrupción. Menos ahora que sus constantes ataques a la prensa crítica provocaron ya respuestas directas de las y los periodistas que ponen a la investidura presidencial, que tanto dice cuidar, al tú por tú con los agraviados. Es un AMLO tocado.jbarrera4r@gmail.com