Todo lucía perfecto. Trump y Putin se sonrieron, se tendieron la mano y hasta hubo gestos de amabilidad -como si fueran grandes conocidos y amigos-. Pero después de tres horas y media de conversación, de donde no se esperaba una solución total al conflicto sobre la invasión de Rusia a Ucrania, pero que por lo menos se tenía la esperanza de que Trump consiguiera un cese al fuego mientras continuaban con las negociaciones, no se llegó a nada. Se despidieron amablemente y dejaron todo el aire con mensajes de buenas intenciones y con el conflicto que continuará igual por tiempo indefinido.Putin llegó sin renunciar a su intención de por lo menos retener el territorio ucraniano conquistado -poco más del 20 por ciento de Ucrania-, mientras que Trump lo hizo de manera desesperada por conseguir al menos una tregua y con la intención de convencer a Volodímir Zelensky de aceptar las condiciones de Moscú. El problema fue que a la cumbre no invitaron al presidente del país afectado, por lo que era difícil que pudiera concluir la reunión con un final feliz.El jueves el presidente Trump había aceptado que no estaría “contento” si se lograra por lo menos un cese al fuego temporal. Y ni siquiera eso logró. La cumbre representó un doble fracaso para Trump, ya que no cumplió con la promesa de terminar con la guerra a las 24 horas de llegar a su segundo mandato -20 de enero- y esta vez se fue “con las manos vacías”.Respondiendo a la pregunta de su amigo -el periodista Sean Hannity- en la cadena Fox News, de cuál será ahora la recomendación para Volodímir Zelensky, el mandatario estadounidense dijo tajantemente: “Llegar a un acuerdo”. Trump, en la conversación con el presidente ruso, debió haberse convencido de la inflexible posición de Putin, que no quiere retroceder un ápice de la tierra conquistada, además de reclamar el resto de la región del Donbass y que no se le recrimine la retención de Crimea desde 2014.Enviando un mensaje a la distancia -con destino a Kiev- para convencer a Zelensky, Trump recurrió al elogio del “enemigo” al señalar que “Rusia es una gran potencia, son grandes soldados, tienen el mejor equipo” y remató dejando en manos del presidente de Ucrania la decisión final, al decir que “Ahora depende del presidente Zelensky lograrlo -el acuerdo y la paz-… Creo que el presidente Putin quiere solucionar el problema, porque era un problema que nunca debió ocurrir”.Por supuesto que “nunca debió ocurrir”, pero la invasión rusa… eso nunca se lo dijo Trump a Putin. La prioridad del presidente estadounidense es: arréglense a costa de lo que sea -aceptando el atropello ruso-, para que el inquilino de la Oficina Oval de la Casa Blanca pueda tener más argumentos para “conquistar” su Nobel de Paz. Pero por lo pronto, para Trump la cumbre fue un fracaso.Usted, ¿qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net