‘Una vergüenza’, fue el título que le pusimos a la reflexión (Informador, Enero 7/21) que hicimos sobre los disturbios de principios de año en el Capitolio de los Estados Unidos. Y dijimos que era ‘Inédito, porque nunca en la historia de este país se había llegado a estos extremos’. Y que era ‘Criticable, porque no se habían tomado las medidas de seguridad, cuando se sabía de antemano del irresponsable mitin que había convocado Trump a la misma hora de la cesión de validación de la elección y las consecuencias que podría provocar’. Que lo que vivimos y se había visto eran “escenas surrealistas que deben dar vergüenza ante el mundo y sentirse humillados los ciudadanos que creen en la democracia’.A nivel internacional se escucharon voces y llegaron mensajes de rechazo e indignación, mientras que en Estados Unidos el asunto levantó polvareda, provocó controversia y creó temor, que incluso hasta en esta semana -después de casi cinco meses- se retiraron los efectivos de la Guardia Nacional de los alrededores del Capitolio. Las investigaciones civiles han continuado sancionando a los responsables que cometieron el ataque. Sin embargo, la moción bipartidista que la Cámara de Representantes que envió al interior del Senado para la aprobación de un proyecto de ley para la creación de una comisión que investigara los hechos más a fondo, fue rechazada este viernes por los republicanos. La intención de la propuesta tenía como objetivo conocer con más detalle cómo fue el ataque y la respuesta del orden público para prevenir futuros actos de violencia.Mitch McConnell, líder de la minoría republicana y uno de los hombres más influyentes en el Capitolio, dijo no estar de acuerdo porque la comisión no iba a descubrir nuevos hechos, sino que se trataba de un una argucia política de los demócratas.El fondo de la verdad, es que los republicanos han seguido al pie de la letra las recomendaciones de Donald Trump -a quien se le responsabiliza directamente de motivar la insurrección- quien ha manifestado su oposición a la formación de una comisión de investigación por parte del Congreso.Desde el primer momento que se conoció la propuesta en la Cámara Baja, Trump ‘recomendó’ a los republicanos a rechazarla y la llamó como “una trampa demócrata”. Políticamente hablando, es comprensible la posición asumida por los republicanos. Lo que es incomprensible, es que algunos de ellos han llegado al extremo y se han referido a la invasión del Congreso como “una desordenada visita turística” al recinto legislativo.Lo que es un hecho, es que Donald Trump continúa moviendo los hilos en el seno republicano y empieza a tejer su estrategia en la búsqueda de regresar a la Casa Blanca. ¿Usted, qué opina?.daniel.rodriguez@dbhub.net
