Para el jurisconsulto JEZQuizá fue en los años setenta. El gobierno federal, a través de la SCT, declaró que Guadalajara era igualito a un crucero carretero y se dedicó a poner en la ciudad una serie de letreros enormes, verdes y espantosos informando al personal, de manera por demás desconcertante, por dónde ir a Nogales, Saltillo, Colima, etcétera. Tonto error, que debe ser subsanado. Se deberían de retirar cuanto antes tales inútiles y contaminantes adefesios. Nadie quiere ir a Nogales de esa manera.La señalética urbana (los letreros públicos en cristiano) es un tema muy delicado. Y ahora reina el caos. Aparentemente cada quien pone en la calle lo que le da la gana. La información que recibe la gente en los espacios públicos es muy importante. Por eso es tan grave que continuemos sufriendo un dañino desbarajuste visual en tantas zonas de la ciudad. Los descontrolados anuncios comerciales anulan cualquier intento oficial por indicar cosas significativas a la población.Por ejemplo: ¿quién les dijo a las autoridades responsables que la avenida de Las Américas es como un tramo de los suburbios de Calexico? La imparable proliferación de espectaculares en uno de los principales y potencialmente más bonitas calles de la ciudad es ampliamente inaceptable. Ahora hasta una enorme pantalla electrónica luce allí. Respeto, por favor. Y soterramiento ya de las mutiladoras redes de electricidad y cable.Los puentes peatonales, propiedad pública, se han convertido en lucrativos (¿para quién?) adefesios: siembran aún más profundamente la confusión. A ver: ¿quién los concesiona? ¿quién gana dinero así a costa de la gente? Afortunadamente, parece que, por transparencia, estarían en curso las averiguaciones correspondientes a cargo de algún medio de comunicación local. Esperemos cuentas y responsables. Es increíble que, con cualquier pretexto, se hagan negocios privados con bienes públicos.Los letreros verdes en camellones son otra plaga. Cualquier negocio (agencias de coches, universidades, etc.) se siente con derecho -y aparentemente es autorizado- para instalar hipócritas anuncios de dónde queda su establecimiento con el débil pretexto de que un letrerito al calce nos pide “usar el cinturón de seguridad” o algo así. Deberían ser retirados también, y pedirles a los negocios indicados que usen otros medios modernos (Waze, Google, Guía Roji, preguntarle a la gente, etc.) para prosperar. Por ejemplo, el Iteso debiera poner la muestra.La ciudad, como tanto repetía Ignacio Díaz Morales, es la casa de todos. Los espacios públicos deben ser dignísimos, justos y bonitos. Por ello, la imagen urbana es esencial. Para los políticos y grillos que los acompañan: una eficaz campaña de dignificación de la imagen urbana les daría muchos votos. La dignidad de la ciudad es irrenunciable.jpalomar@informador.com.mx
