Este mes debutan administraciones de gobierno en los municipios de Jalisco y ya falta poco para que se instale con todos sus muchos proyectos un nuevo Gobierno estatal. Cada uno tiene su propia agenda para la cultura y, en la medida en que es parte de “los básicos”, el arte y el teatro seguro estarán en sus planes.Albricias. Aplausos. La tradición de este país manda, sin embargo, que la mayoría de los funcionarios de gobierno entiende la política como una oportunidad de gestionar y aprovechar para beneficio propio el poder que tienen sobre los bienes públicos. Eso implica defender sus posiciones y a “su” gente (por ejemplo, despedir al director de Cultura tapatío que no comulgue con cada detalle del proyecto de gobierno, como ya vimos que ocurrió).De todos modos, tendrán planes y trabajo que proponer. ¿Qué lugar tendrá el teatro en ellos? Mejor dicho, ¿qué política pública relativa a la cultura podría nutrirse del potencial teatrero de Guadalajara y de Jalisco?Del teatro de Guadalajara hay que destacar puntos clarísimos, pasto de divertidos debates por venir:Como pocas artes, el teatro se hace en y con la gente. Los grupos y artistas más sólidos de la ciudad se han especializado en reflexionar sobre el lugar que el teatro ocupa en la vida de los tapatíos y han descubierto que necesitan reformarlo y reformularlo. Cada vez les sale mejor, quizá con lentitud que desespera, pero poco a poco esta ciudad ve cómo el teatro se pone a su disposición con el fin simplísimo y tan complejo de que vivamos un poquito mejor.Es posible que los teatreros estén reconstruyendo lo que debería ser una política pública vinculada con el arte y que muchos funcionarios de gobierno serán sensibles a tal impulso. Pero, históricamente, los gobiernos no saben qué hacer con él, y quienes toman las decisiones mayores prefieren las tareas que generan réditos inmediatos. La protesta que amerita tal mezquindad rebasa lo que los teatreros pueden hacer ahora mismo. Mientras tanto, urge parar las orejas para oír a los vecinos de Guadalajara: necesitan teatro, poco a poco empiezan a pedirlo.Los profesionales de este arte deberán estar a la altura de esa demanda. ¿El gobierno? Como siempre, que haga lo que se le antoje. ivangonzalezvega@gmail.com agoragdl.com.mx