Muy lamentable la riña registrada el pasado domingo 13 de octubre en el nuevo Estadio Yaquis de Ciudad Obregón, cuando aficionados vandalizaron y se enfrentaron a golpes, al concluir el cotejo entre el equipo local y Charros de Jalisco que pagaba la visita que la tribu de la antigua Cajeme realizó el día previo para el evento inaugural ocurrido en la casa de los campiranos de Zapopan.La violencia en el beisbol es rechazada tanto por directivos como peloteros, integrantes de los cuerpos técnicos de los conjuntos, y sobre todo por la noble afición que gusta del rey de los deportes. En realidad son pocos los sucesos que se presentan con este tinte ríspido, alejado del espíritu deportivo y la fraternidad que es común exista entre beisbolistas, siendo un juego de pelota reconocido por el respeto a los rivales, y sobre todo el respeto a la preferencia hacia algún escuadrón que se tenga entre quienes presencian un encuentro del deporte rey.La violencia al término del encuentro en el que los Yaquis doblegaron a los Charros no debe aceptarse y es menester sancionar tanto a los aficionados que provocaron la riña como a la directiva del equipo local al haber fallado en brindar seguridad a los aficionados y a todos los que intervinieron en el cotejo beisbolero.Es deseable que la dirigencia de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) intervenga, analice, revise, sancione y tome acciones para evitar que este tipo de vandalismo extra deportivo siga haciéndose presente tanto en ese como en cualquier otro parque de pelota en México. Pero quien debe dar la cara sin duda es el presidente del club Yaquis, René Arturo Rodríguez, responderle no solamente a su propia fanaticada, sino a la Liga, a los equipos que la conforman y a la afición beisbolera en general que soporta el buen beisbol, el juego limpio y el comportamiento adecuado con alta calidad de cultura beisbolera.Por otro lado, es de advertirse que los Charros por fin obtuvieron su primera victoria, al ganar el primer encuentro de la serie a los Algodoneros de Guasave al son de nueve carreras a ocho en muy competido cotejo del cual se advierte lo que ya se ha comentado, el que los albiazules tienen una buena estructura ofensiva al igual que tienen un esquema adecuado en cuanto a su trabajo de conjunto en el cuadro y jardines con algunas excepciones de peloteros que deberán ir tomando su ritmo paulatinamente, pero que en cuanto a la estabilidad y eficacia del cuerpo de lanzadores tanto abridores como los del bullpen aún deberán trabajar mucho el mánager Roberto Vizcarra y su equipo de colaboradores en el apoyo técnico, para que poco a poco la escuadra otorgue mejores cuentas soportando adecuadamente el trabajo ofensivo con una buena labor desde el montículo. El conjunto local debe ganar la serie ante Guasave, uno de los nuevos equipos del circuito, para retomar su ruta exitosa rumbo al bicampeonato.Y en el beisbol de las Grandes Ligas, se definió ya la corona en la Liga Nacional habiendo completado la faena el conjunto de los Nacionales de Washington, que arrollaron barriendo en cuatro juegos a Cardenales de San Luis, al sorprender ganando los dos cotejos iniciales efectuados en el Busch Stadium de la capital de Missouri rompiendo la etiqueta de ligeros favoritos que se otorgaba a los pájaros rojos, secundando su ritmo exitoso al aprovechar el respaldo de su público y batir a Cardenales en los dos subsecuentes cotejos en el Nationals Park del Distrito de Columbia y lograr así su primera corona del viejo circuito y con el ello el derecho a jugar la Serie Mundial, esperando descansados a quien resulte su rival tras la épica batalla que aún libran Yankees de Nueva York y Astros de Houston en la Liga Americana, en la que los houstonianos tienen ya ventaja.Es oportuno resaltar el enorme aporte que a su equipo generó el eficaz infielder y poderoso bateador mexicano Anthony Michael Rendón, así como el desempeño con Houston del cerrador Roberto Osuna, pues el sinaloense sigue mostrando esa calidad que lo distingue como uno de los mejores taponeros en la Gran Carpa.Bambinaxos61@gmail.com@salvadorcosio1
