Ayer el regidor de Tlaquepaque, Alberto Alfaro, denunció que había sido atacado a balazos por personal de la Fiscalía. Supuestamente, personas que circulaban en una camioneta sin logotipos oficiales le pidieron detenerse, pero sintió temor de “ser secuestrado” y siguió su camino a toda velocidad. “Me tiraron a matar”, denunció. Y mostró algunos impactos de bala en su lujoso “Meche”.El problema es que el mismo político aceptó que no traía placas y que, su permiso para circular, pues la neta “no estaba tan visible”.Mientras la Fiscalía “investiga” el hecho, el caso es grave por donde se quiera ver. La pregunta es: ¿A poco nadie grabó la escena? Urge la versión oficial de la Fiscalía.***No dan unaEl anuncio de la estrategia estatal para atender a las víctimas de desaparición agarró a los diputados con los dedos en la puerta. El Congreso tiene pendiente, desde hace nueve meses, armonizar la Ley General en Materia de Desaparición Forzada; sin embargo, por las elecciones, el cambio de Legislatura y por dar prioridad a las reformas requeridas por la nueva administración estatal, enviaron el tema al cajón.Y lo mismo ocurrió en el aumento de las penas contra asesinos de policías: la iniciativa se presentó en septiembre pasado y permanecía en la congeladora. Tuvo que presentarse otro ataque a policías para que los diputados aprobaran esa reforma. ¡Aplausos para los diputados! ***¿Quién apuesta?Dicen que esta semana se reanudarán las obras de la Línea 3. Es más, para demostrar que la promesa de López Obrador va en serio, en el sentido de que este año se termina, afirman que hasta Javier Jiménez Espriú, titular de la SCT, se daría una vuelta por acá.Les recordamos que faltan cuatro mil 500 millones de pesos para culminar el proyecto, de los cuales apenas se tienen mil millones presupuestados. Y la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública de Jalisco asegura que ni siquiera se han pedido los mil 500 neoprenos que se deben sustituir. ¿Alguien apuesta a que la Línea 3 no iniciará operaciones este año? Vienen las ofertas.
