En tanto se hablaba con seguridad de la próxima activación del beisbol profesional, la llamada Gran Carpa, y que a inicios de junio se podría estar realizando la actividad de pretemporada, -ya no en los campos y en el esquema ordinario del Spring Training sino cada equipo entrenando y buscando cómo hacerlo en sus propios campos-, y que la inauguración de esta campaña 2020 sería el 4 de julio para hacerla coincidir con la celebración del aniversario de la independencia del vecino país del norte, surgió el problema entre el sindicato de peloteros del poderoso gremio de los beisbolistas profesionales que participan en las ligas mayores y los propietarios de los diversos equipos y obviamente la dirigencia de la Major League Baseball (MLB) que encabeza el Comisionado Rob Manfred.En lo que podría llamarse un pretexto, inicialmente los peloteros planteaban no estar de acuerdo en iniciar con las actividades tendientes a la preparación y al desarrollo de la campaña en tanto no existiere total seguridad sanitaria, pero en el fondo y así se ha visto con el paso de los días, el problema entre los peloteros y las dirigencias de los escuadrones es de índole socioeconómica y tiene que ver con el reclamo de los jugadores en el sentido de sentirse abandonados por los multimillonarios jerarcas de las grandes organizaciones que han estado escatimando el pago de salarios o apoyos y todo lo que conlleva al cumplimiento de contratos ya firmados con los beisbolistas.Y es que derivado de la problemática causada por la pandemia del Covid-19 los propietarios de equipos plantean un recorte o un esquema distinto de pago de salarios y prestaciones en virtud de lo que se ha perdido por no haber iniciado la temporada en marzo y hacerlo quizá en julio empezando sin público y a medida que avance la campaña con algo de aforo y aumentando la presencia de fanáticos conforme a los porcentajes mínimos permitidos en relación al avance en el control de la pandemia y quizá con algún recorte de la temporada.Pero esto no ha sido aceptado por los peloteros y existen versiones de que la negociación está en un punto muerto, después de que los dueños han dado un ultimátum al sindicato en el sentido de que o aceptan la propuesta de las ganancias compartidas en un 50/50 y reducen aún más sus salarios, o se esperan a que pase la crisis pandémica y ya sea seguro que haya fans en los estadios. Un correo electrónico que se habría filtrado detalla los acuerdos que se tuvieron en marzo en donde el sindicato acepta que se tendría otra negociación de jugarse la temporada a puerta cerrada, situación que deja a los peloteros con los dedos en la puerta por no leer dicen, las letras chiquitas del convenio que favorece a los dueños. En el interim ya hay un borrador de 67 páginas del Manual de Operaciones propuesto por las Grandes Ligas de Beisbol 2020 que establece las medidas que se tendrían que tomar para jugar.En tanto, como ya se ha manejado, las presiones por parte de líderes políticos y del sector empresarial continúan para que se dé la reapertura de actividades deportivas lo antes posible, debiendo advertirse en abono a ello situaciones ya de índole directa por autoridades administrativas como la expresión que recientemente realizó el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo exhortando a los equipos profesionales de los deportes espectáculo para iniciar actividades aún sea sin público debiendo recordar que la urbe principal de ese estado alberga a dos de los más grandes equipos de la Gran Carpa como son Mets y Yankees. Ese es el actual escenario en las Ligas Mayores y habrá que seguir atentos porque seguramente en unos días se generará un desenlace y sabremos qué pasará en los circuitos beisboleros más importantes en el orbe por su impacto económico y reflector profesional, pudiendo pensarse válidamente que aún sea a cambio de obtención de mejores condiciones económicas y salvaguardas para los peloteros, deberá resolverse pronto.Bambinazos61@gmail.com@salvadorcosio1
