El tono mesiánico y bíblico que asume con mucha frecuencia el Presidente Andrés Manuel López Obrador en sus ruedas de prensa mañaneras pasó a su iniciativa conocida como el “Plan B” al prometer “vida eterna” a sus partidos políticos aliados.Si ya la iniciativa que se aprobó fast-track en San Lázaro la semana pasada, luego de que el bloque opositor no aprobó la reforma electoral constitucional que pretendía el Gobierno lopezobradorista, había provocado muchas inconformidades entre los opositores, ayer que inició su discusión en el Senado, el debate se centró en la inclusión de esta cláusula que la mayoría morenista y sus aliados habían prometido eliminar desde la Cámara de Diputados.A las advertencias y reclamos que también hicieron ayer las y los consejeros electorales, encabezados por Lorenzo Córdova, por la reducción de cargos directivos y personal en el órgano electoral que implica la propuesta presidencial y que, aseguraron, pone en riesgo la elaboración de un padrón confiable, la jornada electoral y el procesamiento de los resultados, se sumaron las quejas de las y los senadores opositores por la cláusula de “la vida eterna”.Aunque en un primer momento se dijo que había sido incluida “por error”, en el “Plan B” que se discutió ayer en el Senado se mantenían beneficios para los minipartidos cambiando el tres por ciento de votación mínima a sólo acreditar presencia en 17 de 32 entidades del país. Esta medida llevaba clara dedicatoria para beneficiar a los partidos aliados de Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde, para asegurar sus votos en la aprobación de las reformas legales electorales que hasta el cierre de esta columna se discutían en el Senado.Además de que esta cláusula será seguramente combatida en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como las otras que implican la violación a los derechos laborales de los miles de trabajadores del INE, que de ser aprobada esta reforma, perderían su empleo, el mantener artificialmente a estos partidos políticos, contradice abiertamente los afanes de reducción del gasto político-electoral que supuestamente impulsan esta reforma de la 4T.El que seguramente no tendrá “vida eterna”, sino las horas contadas en Morena, es el líder de los senadores morenistas, quien ayer en el inicio del debate en la Cámara alta afirmó que había cláusulas que atentaban claramente contra la Constitución y por las que tendría que votar en contra, postura que sintetizó así en sus redes sociales: “No puedo compartir que la Carta Magna se ignore o sea burlada. Soy un hombre que enseña Derecho. Soy idealista, no un pragmático feroz. La ley es el alma de la sociedad; sin ella, el caos y la anarquía imperarían”.jbarrera4r@gmail.com
