Se dio a conocer ayer el informe 2019 de la Clasificación Mundial de la la Libertad de Prensa, que año con año realiza la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).Los primeros tres lugares los ocupan Noruega, Finlandia y Suecia; los últimos tres, Eritrea, Corea del Norte y Turkmenistan, que ocupan los lugares 178, 179, y 180.México está muy por debajo de la media tabla con calificación reprobatoria. Pese a que de 2018 a 2019 subió tres posiciones al pasar del lugar 147 al 144, se mantiene en el rango de países donde el ejercicio periodístico atraviesa por una “situación difícil” al tener 46.78 puntos.La metodología de este ranking se mide en una escala del 0 al 100. Cero representa la mejor calificación y 100 la más baja. Los paises que están de 0 a 15 puntos presentan una “buena situación” para el trabajo de los reporteros. De 15.01 a 25 una “situación más bien buena”. De 25.01 a 35 puntos tienen “problemas significativos” para la profesión de informar. Como dijimos, Méxicose ubica en el rango de 35.01 a 55 puntos, que representa una “situación difícil”. Y de 55.01 a 100 puntos “una situación muy grave”.La puntuación deriva de la aplicación de un cuestionario de 87 preguntas que se hace a profesionales de los medios de comunicación, abogados y sociólogos, en el que además de las agresiones a los periodistas y sus niveles de gravedad, se pregunta sobre otros seis temas: pluralismo, independencia de los medios de comunicación, ambiente y autocensura, marco legal, transparencia e infraestructura.Con los 66 periodistas asesinados, el oficio de informar fue una actividad bajo fuego durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, donde de muy poco sirvió crear una Fiscalía especializada para investigar delitos contra periodistas y crear protocolos de protección a quienes sufrían amenazas. La ineficacia en las investigaciones para esclarecer las agresiones mantiene en la impunidad prácticamente todos los casos. La situación no ha cambiado con la alternancia política y la llegada del autollamado Gobierno de la cuarta trasnformación. En los cuatro meses que va de la gestión del Presidente Andrés Manuel López Obrador se reconocen oficialmente seis periodistas caídos, aunque extraoficialmente se cuentan ocho.RPS resume así la realidad mexicana para los periodistas:“Patria de los cárteles de la droga, México sigue siendo uno de los países más mortíferos del mundo para los medios de comunicación. Si los periodistas cubren temas relacionados con la corrupción de las autoridades (sobre todo los gobiernos locales) o con el crimen organizado, padecen intimidaciones, agresiones, pueden ser asesinados a sangre fría. Numerosos periodistas han desaparecido en el país; muchos otros se han visto obligados a exiliarse para ponerse a salvo. La impunidad, que se explica por la corrupción generalizada que reina en el país, alcanza niveles récord y alimenta el círculo vicioso de la violencia. En el ámbito económico, el paisaje audiovisual mexicano se caracteriza por una extrema concentración: dos grupos poseen casi todos los canales de televisión”.Hay, pues, mucho por hacer.
