Este mes de julio es rico en efemérides nacionales, ya que simplemente, por resumir un par de ellas, está el día 15 de julio de 1867 en que el presidente don Benito Juárez y sus gentes cercanas entraron a la capital de la República, después de que Maximiliano y dos de sus generales -Miguel Miramón y Tomás Mejía- hubieran sido ejecutados en Querétaro un mes antes. Por cierto, una cosa poco sabida de ese hecho fue que el general Mejía le había perdonado la vida al general Ignacio Zaragoza un par de veces, por lo que, utilizando el concepto de honor de su tiempo, este último fue con el general Mejía a perdonarle la vida, pero éste preguntó por el destino del emperador Maximiliano y el general vencedor le dijo que a él no lo soltaría, por lo que Mejía decidió que su destino era el mismo que el de Maximiliano y se quedó aceptándolo.Tardó en entrar a la capital el presidente Juárez aunque, como a todo ser humano, le gustaba ser presidente ya que éste tenía, si se quiere los primeros años a salto de mata, pero ya tenía siendo presidente desde 1858 y dejó de serlo a su muerte, el 18 de julio de 1872; permanencia ésta que le fuera reclamada incluso por algunos de sus propios partidarios, muy particularmente por Ignacio Ramírez “El nigromante” y como todos, si no hubiera muerto -como dice el danzón-, todavía estuviera gobernando, pero sí, ese hombre no debió de morir. Y es que ser presidente en nuestro país es algo muy particular que no tiene comparación con ninguna presidencia del mundo, pero no cabe duda de que, sin importar la tendencia ideológica que tenga mi solitario lector, fue un buen presidente.También en julio de 1859 emitió en el puerto de Veracruz las famosas leyes de Reforma, entre las que sobresalen la Ley de nacionalización de bienes del clero, que sirvió para que muchos bienes, aparentemente en manos muertas -que yo creo no eran manos muertas, sino que eran manos vivas- pasaron a manos vivísimas.La ley que creaba el matrimonio civil, que tenía una particularidad propia de su época y es que aunque existía en ella el divorcio, éste en la ley de Juárez no era vincular, esto es, no deshacía el matrimonio, tan solo autorizaba a separar cuerpos, en ciertas condiciones, ya que el presidente consideraba que el que se divorciara no podía casarse nuevamente mientras estuviera vivo el cónyuge. Años después de muerto el Benemérito, mi general Venustiano Carranza siendo presidente fue el que hizo el divorcio vincular, también en Veracruz y también, sin discutirse, a petición de un cuate suyo que quería volver a casarse y la ley Juárez no se lo permitía.Asimismo se dio la Ley del Registro Civil, ya que antes de ésta los actos civiles se registraban en los templos y desde entonces se creó el registro civil.@enrigue_zuloaga