Jueves, 25 de Abril 2024

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Lucha antidiscriminación en la Liga Mexicana del Pacífico

Por: Salvador Cosío Gaona

Lucha antidiscriminación en la Liga Mexicana del Pacífico

Lucha antidiscriminación en la Liga Mexicana del Pacífico

Y siguiendo con la historia de Sergio Francisco Romo, que ejemplifica la vergonzante discriminación en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) de beisbol, nuestro máximo circuito profesional por equipos del Rey de los Deportes jugándose en invierno, es importante destacar que el experimentado y por demás habilidoso serpentinero mexicano nacido en Brawley, California, de padres jaliscienses, continúa mostrando su calidad con buenos resultados y apenas el pasado martes 3 de julio lanzó dos entradas sin admitir carrera en ante los Marlines de Florida en Miami, en el marco del triunfo que su equipo, los Mantarrayas de Tampa Bay, obtuvieron tras una fragorosa batalla de “solamente” 16 entradas tras las que los de Tampa doblegaron a los Marlines por cinco carreras a dos, siendo Romo ya un sólido puntal del bullpen de su novena que está ya hilvanando triunfos y con números positivos en cuanto a triunfos y derrotas, de ahí que sigue el colmilludo lanzador poniendo en alto el nombre de México en el máximo nivel del beisbol mundial por equipos que es la Gran Carpa.

Y en el contexto de esa historia de ingratitud hacia Romo, y en este destacado pelotero mexicano ejemplificando lo mismo que le sucede a otros beisbolistas mexicanos como el lanzador zurdo Carlos Ephriam Torres o el derecho Aaron Jacob Sánchez e incluso el famoso “Titán” Adrián González Sabín, tan sólo por citar a algunos destacados por su calidad y que han sido al igual que Romo lastimados al discriminarlos no obstante haber defendido gallardamente muchas ocasiones la franela mexicana en importantes torneos internacionales, hay que señalar que Romo tiene acta de nacimiento y pasaporte mexicanos y además de sus raíces y el derecho de sangre que le asiste, ha reivindicado la nacionalidad mexicana y sin considerar esto es aún considerado extranjero por la LMP.

Es interesante destacar algunos detalles de la historia de Sergio Romo, debiéndose narrar cómo su abuelo paterno, el alteño Evaristo Romo, que nació en Jalostotitlán, contrajo matrimonio con su novia Francisca, originaria de Ameca en la región Valles de Jalisco, siendo que Evaristo nació con cualidades para ser exitoso como serpentinero y amaba el beisbol, destacando por su buena velocidad y gran habilidad para lanzar en diversa forma a doña blanca, con un enviadiable sinker además de pasmantes engañosas curvas, habiendo incluso recibido ofertas de los Diablos Rojos del México, que al descubrir su gran talento intentaron firmarlo, y no obstante el anhelo por cumplirse para el entonces joven Evaristo Romo, la precariedad en que su familia vivía le hizo preferir seguir ayudándole a su padre en los campos de cultivo ya que además no era demasiado buena la oferta económica de los jerarcas pingos. El dato es que en una etapa posterior de incremento de necesidades frente al descenso de ingresos por el trabajo en la agricultura, el matrimonio de Evaristo y Francisca (los padres de Francisco que años después procrearía a Sergio Francisco) tuvieron que dejar el suelo mexicano junto con sus seis hijos e irse a instalar en un pequeño poblado en California ubicado a 41 kilómetros de la frontera por Mexicali, Baja California, llamado Brawley, justo en el corazón del llamado “Valle Imperial”, una región que albergó a miles de mexicanos que cruzaron indocumentados hacia el vecino país del Norte con la esperanza de una mejor calidad de vida para sus familia.

El padre de Sergio Francisco, de nombre Francisco, tenía apenas 12 años de edad y debió ganarse la vida junto a sus padres y hermanos en los campos de lechugas, cebollas y alfalfa, y cuentan las crónicas que pasaba varios días de las vacaciones escolares en los veranos, junto a su familias, en Salinas, California, población muy cercana a la gran ciudad de San Francisco, invitados por otras familias de mexicanos emigrados que habían conseguido empleo cosechando sandías, lo que era mejor pagado, y ahí empezó a acercarse más al beisbol profesional iniciando el culto por los Gigantes y buscaba la forma de ingresar de eventualmente al en esa época nuevo estadio llamado Candlestick Park, o si no lograba entrar a ver los juegos al menos permanecía en los alrededores escuchando los sonidos del amado deporte rey.

Y un dato importante es que la familia Romo nunca dejó de ir hacia México, aún tras haber conseguido establecerse legalmente en el vecino país del Norte, y acudían con mucha frecuencia a Mexicali desde su hogar en el cálido Valle Imperial, donde está Brawley, siendo que habiendo logrado resolver el sustento económico en la labor agrícola en California, el más grande lujo de Evaristo y los muchachos Romo era jugar beisbol los domingos, debiendo transitar solamente menos de media hora en auto hasta cruzar la frontera y llegar a los campos de juego que había en Mexicali. Evaristo y Francisca, además de sus hijos, entre ellos Francisco, el papá de Sergio Francisco Romo, acudían muy frecuentemente a jugar en los polvorientos campos de juego en su amado México, desde ahí ya empezaba, siendo un jovencito, a lucir sus innatas cualidades para lanzar el simpático Sergio, al que desde tan niño le inculcaron el beisbol como cultura tanto su papá como su abuelo, además de encargarse que nunca dejara de amar y respetar a México y también enseñándole sus raíces en Los Altos y Los Valles en Jalisco. Ahí inicio el sigo de Sergio Francisco Romo en cuanto a algún día, decía, poder convertirse en pelotero profesional, gritaba que trabajaría fuerte para combinar la labor en los campos de cultivo en California con el estudio para lograr espacio en alguna universidad, pues anhelaba lograr ser  seleccionado en un algún draft colegial y trabajar arduo para algún día debutar en Grandes Ligas.

Ni a Evaristo el abuelo como tampoco a Francisco el papá les dieron sus respectivos padres la oportunidad de buscar probarse su habilidad para el beisbol y debieron conformarse con jugar en campos llaneros, pero el carismático Sergio Francisco Romo si logró su sueño, fue a la Universidad, sacando la casta superó discriminación y bullying por ser mexicano en el vecino país y tras triunfar allá ahora busca ser puntal para acabar con la vergonzosa discriminación que hacia los peloteros mexicanos no nacidos en territorio nacional sigue absurdamente infligiendo la retrógrada LMP.

La lucha sigue y pronto debe acabar esa triste y dolorosa situación.

@salvadorcosio1
bambinazos61@gmail.com

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