Enrique Alfaro es un personaje que creemos conocer bien. Su carrera política en el Área Metropolitana de Guadalajara nos ha permitido ver aciertos y desaciertos en sus estrategias, lo que nos abre una ventana a la forma en que su administración pudiera desarrollarse si ganase este domingo para el puesto de gobernador de Jalisco.En materia de cultura las propuestas de Alfaro muestran una marcada tendencia hacia el proyecto anayista con Raúl Padilla como asesor cultural. Algunos de los ejes que contempla el candidato por Movimiento Ciudadano, y que nos resultan familiares, son: promover la cultura como generador económico; disminuir la burocracia; descentralizar la cultura; aumentar el financiamiento al 1% del presupuesto estatal; mejorar los esquemas de mecenazgo empresarial; e impulsar el sector de turismo cultural. Ahora que Alfaro y Padilla se reconciliaron tras años de enfrentamientos, en este ámbito seguramente seguirán trabajando en mancuerna.Los ejes de trabajo están marcados pero eso no garantiza que se acaten. En realidad, ¿cómo podría ser el panorama cultural si Alfaro llegase a la gubernatura? En su afán por convertir a Guadalajara en capital cultural latinoamericana podremos esperar espectáculos efímeros de gran producción y costo como el Festival GDLUZ o el Festival Sucede. También podemos prever un enfoque a la denominada “alta cultura” sin una clara integración con sectores de la población que se sienten ajenos al circuito cultural favorecido. Ejemplo de ello fue la forma en que Alfaro dio solución al episodio de los jóvenes que en junio de 2017 rayaron la palabra “Darkness” (oscuridad) en las columnas del Teatro Degollado: hablando con los padres para que pusieran orden en casa sin ahondar en los porqués de la indiferencia de los jóvenes hacia el patrimonio cultural.Finalmente, está el programa de escultura pública. Esta iniciativa, aunque tenía el potencial de ser un parteaguas en la forma en que el gobierno determina el arte público, resultó ser una imposición más: los artistas (ultimadamente todos hombres) fueron seleccionados sin un comité o consenso; el presupuesto no tuvo un sustento claro; y las piezas, según la Comisión de Adquisiciones, estuvieron avaladas en parte, no por un trasfondo social, sino por ser fotogénicas para transeúntes (acta 23/11/2016).Alfaro es sin duda un personaje aguerrido que ha sabido aprovechar la cultura para consolidar su imagen. Si resulta ganador veremos si puede llevar a cabo sus planes de un ejercicio cultural transparente, incluyente y participativo o caerá en los mismos desatinos cometidos en Guadalajara.
