Lunes, 06 de Mayo 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

La bondad como ejemplo

Por: Pablo Latapí

La bondad como ejemplo

La bondad como ejemplo

Qué trabajo nos cuesta tratar el tema de la bondad. Pareciera que está completamente fuera de agenda.

Inmediatamente pensamos que se nos está hablando de una cuestión religiosa, optimismo desbocado o vibraciones de la Nueva Era.

Pero, para como evolucionan nuestras ciudades, se antoja como una de las pocas alternativas que nos pueden ayudar a llevar una vida mejor, aunque sólo sea para nuestro entorno más cercano.

Cuando vemos cómo las cifras de ejecuciones violentas crecen, sobre todo en zonas marginadas o periféricas de la ciudad, nos damos cuenta que, por eficientes que sean las policías, no se dan abasto. Se necesitaría prácticamente una patrulla bien parapetada en cada crucero de la ciudad para por lo menos inhibir a los comandos de grupos armados asociados sobre todo al tráfico de drogas que con total impunidad recorren a sus anchas distintas zonas y disparan a sangre fría con quien seguramente tenía alguna cuenta pendiente, o estaba muy cerca de la línea de fuego de lo ilícito. Algo imposible. Nos queda a nosotros hacer las cosas correctas.

En el caso de la movilidad, donde vemos que conforme crece el número de vehículos aumentan los problemas de tráfico y por consecuencia proliferan los “gandallas”, que buscan sacar ventaja en perjuicio de quien respeta normas y reglas. Y también crece el número de quienes se manejan con “cero” tolerancia hacia aquellos con menos pericia o menos habilidades para conducir.

Se requeriría, al igual que con la policía, un agente vial en cada esquina conflictiva para por lo menos inhibir a los gandallas. Pero el número de agentes viales ha crecido poquísimo en los últimos años, muy lejos de lo que crece la ciudad día a día con la incorporación de más y más vehículos.

No existen autoridades ni recursos suficientes.

La responsabilidad de manejar la ciudad va quedando en manos de nosotros, los ciudadanos, y es donde sería fantástico aplicar la bondad mínima.

Y al decir bondad nos referimos al pensar un poco en el lugar del otro. Como automovilistas considerar que el que va al lado es alguien como nosotros, que busca moverse en la ciudad, con las mismas ambiciones y sobre todo con el afán de hacerlo en paz.

Nada más sencillo que aplicar el uno a uno. Medida mínima de cortesía, y que en realidad no nos cuesta nada. Cuando la aplicamos invitamos al que viene atrás de nosotros a hacer lo mismo y quizás provoquemos un efecto espejo.

Eso es bondad mínima.

Además, la ciencia ha demostrado que las buenas acciones son saludables, provocan buen ánimo en el entorno, fortalecen nuestro sistema inmunológico, y fomentan ese contagio por imitarlas, lo que significa que a la larga se rebotarán hacia nosotros de alguna manera.

Y así como el uno a uno hay mil cosas más que podemos hacer como prácticas de la bondad y que no significan mayor sacrificio, y que por lo menos a nosotros, que obligadamente nos vemos en una ciudad conflictiva, nos ayudan a sentirnos un poco mejor.

Y créame que vale la pena.

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones