En los tiempos del primer piso de la 4T, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador no dejaba ir oportunidad para descalificar el trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).En abril de 2022, cuando el mismo Comité de Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas, que ahora cuestiona la Presidenta Claudia Sheinbaum, presentó un informe en el que ya alertaba el incremento de este delito cometido por los grupos de la delincuencia organizada, con la clara participación de algún tipo de autoridad, AMLO rechazó así la observación: “Ningún organismo internacional va a ponernos en el banquillo de los acusados si estamos actuando con legalidad, con humanismo, si no permitimos la corrupción, si no permitimos la impunidad. ¿Qué pueden hacer? Nada. Inventar, eso sí”.El tiempo, sin embargo, dio la razón a este Comité de la ONU en aquella observación. De las más de 114 mil desapariciones que reporta el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, más de 50 mil, que representan el 44 por ciento del total, ocurrieron en el sexenio de López Obrador.Por eso es inexplicable e injustificable a la luz de esta crisis humanitaria de las desapariciones que vive el país, que tres años después de aquel reporte la Presidenta Sheinbaum asuma la misma actitud y rechace las medidas cautelares dictadas por este mismo Comité, así como la apertura de un procedimiento para analizar el fenómeno de las desapariciones forzadas en México, para definir si el caso se presenta ante la Asamblea General de la ONU.La Presidenta señaló ayer en su rueda de prensa mañanera que su Gobierno envió una nota diplomática, vía la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Gobernación (Segob), en la que niegan que en México haya desapariciones forzadas, ya que éstas están vinculadas sólo al crimen organizado.A esta cerrazón y falta de autocrítica se sumó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que negó que se viva una crisis de desapariciones y que el Comité de las Naciones Unidas estaba “descontextualizado”. Una prueba más de la lejanía de la CNDH con las víctimas y su sumisión a los gobiernos de la 4T.La dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, también reprobó esta iniciativa internacional, al señalar que actuaban con claras “orientaciones políticas”.La postura asumida por el Gobierno Mexicano pone en entredicho la prioridad que en el discurso la Presidenta Sheinbaum había puesto al tema de las desapariciones, al negar la evidente participación, documentada incluso en sentencias a policías de los tres niveles de Gobierno, por privar a ciudadanos de su libertad y entregarlos a la delincuencia organizada.Para no ir más lejos, están ahí el jefe y los dos policías de Tala, acusados de llevar a quienes detenían al Rancho Izaguirre, en Teuchitlán.jbarrera4r@gmail.com