Jueves, 28 de Marzo 2024

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La Corte y la lana

Por: Ivabelle Arroyo

La Corte y la lana

La Corte y la lana

A miles de mexicanos les ofende que los ministros de la Corte (y los diputados y los alcaldes y los regidores y los directores de empresas estatales) ganen tanto dinero. Primero, porque ellos no lo ganan. Segundo, porque es dinero público. Tercero, porque consideran que ese sueldo no se desquita.

Todo eso puede discutirse, pero la verdad es que cuando hay un sentimiento colectivo, la razón es lo de menos. Ese sentimiento colectivo se vuelve capital político valiosísimo y letal. Hoy, ese capital político le favorece una vez más al Presidente Andrés Manuel López Obrador.

¿Por qué digo esto si el Presidente ya se deslindó? Dijo ante la prensa que no obligará a la Corte a bajar los sueldos. Es decir, el titular del Ejecutivo se ha hecho a un lado para que las cosas sigan su cauce legal, y lo más probable es que esa legalidad impere, custodiada en su tramo final, por la propia Corte.

Brevemente, veamos de qué se trata esa legalidad (al menos en lo que al Poder Judicial compete): la Constitución advierte que nadie debe ganar más que el Presidente, pero también señala que no se puede reducir el salario de un ministro mientras esté en funciones. Lo malo es que debido a esa salvaguarda, los nuevos ministros obtuvieron salarios mayores que el Presidente por un principio legal de equidad frente a sus pares. Le dieron la vuelta y se sirvieron con la cuchara grande, con toda legalidad y sin ruborizarse.

Así está la cosa: ganan más que el Presidente y la Constitución lo permite, por lo que esta batalla está ganada y quienes deciden son ellos.

Olvidan una de las máximas del Presidente: a este país se le gobierna con la movilización social. ¿Qué parte de eso no han entendido? ¡Lleva 10 días el nuevo Gobierno y ya nadie quiere/respeta a los ministros! 

Lo grave es que ganándola hoy, ponen en grave riesgo al Poder Judicial mañana en un contexto de concentración de poder. Miren, los ministros, los magistrados y los jueces podrán salir a explicar cómo está su sueldo, por qué es legal, cuánto ganan en verdad y aludir a la razón. Pero olvidan una de las máximas del Presidente: a este país se le gobierna con la movilización social. ¿Qué parte de eso no han entendido? ¡Lleva 10 días el nuevo Gobierno y ya nadie quiere/respeta a los ministros! ¿Qué van a hacer cuando los funcionarios no acaten sus sentencias? ¿Qué van a hacer cuando tengan turbas afuera de la sede en el Zócalo?

Legalmente tienen la razón y la sola intención de que el Ejecutivo o el Legislativo intervengan en el control salarial del Judicial es peligroso. Recuerden que el Judicial toma decisiones que afectan a esos poderes, esa es la razón por la que estos no deben tener ni la zanahoria ni el garrote salarial.

Pero queda clarísimo que no están leyendo el riesgo político. Lo que deben hacer es lo que pidió Enrique Alfaro en Jalisco (por cierto, qué gracia que va haciendo su versión a la jalisciense de todas las medidas lopezobradoristas), esto es, que los ministros impidan la injerencia salarial al mismo tiempo que ellos mismos adoptan medidas de austeridad.

Porque cuando el sentimiento es colectivo, lo repito, se vuelve capital político y es letal.

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