Ser sede de una Copa Mundial de fútbol es muy atractivo siempre para los países y ciudades sede debido a que este deporte es el principal espectáculo deportivo en el mundo. Pero se nos olvida que las organizaciones dueñas de estos eventos no son organismos de beneficencia, sino empresas transnacionales que se mueven por el interés de obtener jugosas ganancias en cada evento que realizan. Conviene tener esto presente ahora que se discuta en Guadalajara cuánto invertirán los tres órdenes de Gobierno en gasto público (es decir, “dinero de la gente”) con el pretexto de tener las sedes del Mundial y otros espacios públicos “decentes” para los “millones de visitantes” que supuestamente vendrán a Jalisco, solo para asistir o participar en los cuatro partidos mundialistas que habrá en el estadio de las Chivas.Como nos dejó la experiencia de los XVI Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011, con la justificación de tener decentes las sedes o de construir infraestructura deportiva que no se tenía, al final el Gobierno suele invertir en gastos suntuarios y muchas veces incluso endeudando a las finanzas estatales con el pretexto de sacar adelante el compromiso adquirido. Eso fue lo que hizo el panista Emilio González Márquez con los Juegos Panamericanos. ¿Llegó la derrama turística y económica que esperaban? Dudo que al final llegaran más recursos que los que invertimos del “dinero de la gente” en esas obras.Algo semejante está por ocurrir ahora con el Mundial, con el pretexto de poner presentables para los turistas distintos espacios públicos. Hasta ahora se han anunciado casi unos 700 millones de pesos para rehabilitar o renovar algunos espacios públicos de la ciudad, especialmente del Centro Histórico. Primero, sorpresivamente, se expulsó a los comerciantes ambulantes que se ganaban la vida vendiendo en torno al Parque Revolución, también conocido como Parque Rojo. Ahí se anunció que se invertirán 23 millones de pesos (mdp).Luego se cercaron Plaza de la Liberación, Plaza Tapatía y la explanada del Instituto Cabañas, con una inversión de 450 mdp, con la justificación de que será una renovación no solo para el Mundial sino para los próximos 50 años. Le siguió el anuncio de la renovación de la Glorieta Minerva, con la justificación de hacer una parte peatonal, con un gasto de 46 mdp. Al mismo tiempo, se anunció la renovación de la Plaza de la República (avenida México entre las avenidas Américas y Chapultepec) con un gasto de 130 millones de pesos.A la par, en Zapopan se anunció la construcción de un andador peatonal del Peribús al estadio Akron, con gasto de 27 millones de pesos, además de la construcción de un monorriel al estadio Akron con inversión privada, pero que al final también termina saliendo del “dinero de la gente”. En conjunto, solo para el lucimiento de espacios donde se llevará a cabo el FIFA Fan Festival, se invertirán 676 millones de pesos, considerando que no aumenten los costos de las obras.Pero en total, no es solo la inversión del gasto social lo que está en juego. Además, hay que considerar el impacto económico en los propietarios de los negocios instalados alrededor de los espacios públicos donde se llevan a cabo las obras.Además, el costo social por el retiro de comerciantes ambulantes del Parque Rojo, del Trocadero de la Plaza de la República y personas en situación de calle que serán reubicadas con el pretexto de llevar a cabo las obras en curso.Casi con seguridad se puede anticipar que también hay aquí una intención de limpieza y blanqueamiento social para que estas personas no “afeen” los espacios que serán utilizados para llevar a cabo el llamado FIFA Fan Festival “donde recibiremos a millones de visitantes del mundo que disfrutarán la Copa del Mundo en Guadalajara”, según el jefe de Gabinete de Guadalajara, Bernardo Fernández.Sea como quiera justificarse, son obras suntuosas que podrían ser prescindibles si se toman en cuenta inversiones públicas en otras zonas de la ciudad mucho más deterioradas o necesitadas en otras colonias del área metropolitana. Y ya no digamos si ponemos por delante otras necesidades como la búsqueda de los desaparecidos o la población en situación de calle. Se me reprochará que estoy en contra del progreso o los grandes eventos en la ciudad, pero me pregunto si merece que se haga una gran inversión pública para que al final terminen en ganancias privadas para grandes corporaciones, sean del deporte o de otras marcas.