Se entiende por estrategia el conjunto de tácticas tendientes a lograr un objetivo. Se utiliza principalmente en la guerra como el arte de proyectar y dirigir las operaciones militares. Son las acciones previamente meditadas para lograr un fin determinado, por lo que son aplicables a una infinidad de circunstancias, entre ellas las que se utilizan en la administración de empresas, así como en marketing, que define como abordar un mercado. También se puede decir que son los principios y rutas fundamentales que orientarán el proceso administrativo para alcanzar los objetivos a los que se desee llegar.Para facilitar su comprensión se ha dado en llamarlas con lugares comunes como la estrategia “del chango viejo”, que recomienda no soltarse de una liana hasta asirse de otra, que se puede aplicar al caso de cambio de empleo, no se debe renunciar hasta tener la seguridad de que cuenta con un nuevo trabajo.“El caballo de Troya”. Consiste en un procedimiento de infiltración. Un plan expuesto íntegramente puede ser rechazado, en tanto que si mostramos sólo una pequeña parte de él, suele lograrse su aceptación en principio y posteriormente se irán exponiendo otras partes que serán igualmente aceptadas, hasta lograr que se apruebe en su totalidad y se ponga en vigor.“Sembrar semilla en campo fértil”. Algunos miembros del grupo son más receptivos que otros a las disposiciones de un plan tentativo. Seleccionando a quienes se muestren más favorables para el plan, se puede crear en una parte del grupo una opinión de aceptación y lograr que esta actitud se difunda y sea compartida por otros, evitando correr el riesgo de que al presentar el plan completo sea rechazado.“Ofensiva concentrada”. Cuando se piensa que hay que salir del paso de una vez, eliminar la incertidumbre e iniciar las actividades que tengan que sostenerse, se puede emplear esta estrategia que consiste en presentar de un golpe una buena parte de la acción; la que sea necesaria y poner en vigor el plan tan rápidamente como sea posible. Utilizar tácticas fuertes sólo en caso necesario. “Pasar la bola” Consiste en hacer recaer la culpa o responsabilidad en algún otro cuando somos directamente señalados. El plan adoptado hace posible que otros acepten voluntariamente responsabilidades desfavorables y con frecuencia la maniobra se maneja en tal forma que la censura cae sobre la oposición.“Las olas y la Playa”. Si nos empeñamos en llevar adelante nuestros planes ante una fuerte oposición, lo más probable es que salgamos seriamente perjudicados. En cambio, si nos mostramos sumisos trataremos de sacar el mejor partido posible de la situación. El mar embravecido es capaz de horadar la roca y sus olas pueden rebasar altos farallones; pero observemos cómo se disuelven en espuma ante la suave inclinación de las arenas de la playa.“El sesgo de resiliencia”. Cuando se trata de echar abajo una ponencia o una propuesta con la que no estamos de acuerdo, se colocan en el salón a personas que previamente seleccionamos, que concuerden con nuestras ideas, en las cuatro puntos cardinales y uno más en el centro. Inmediatamente después de leída la ponencia, el del centro manifestará su inconformidad; inmediatamente después el del extremo sur lo apoya con argumentos previamente acordados; en seguida el del extremo norte y después el del oriente y el poniente. Se observará como se adherirán voluntariamente varios más y no habrá muchos que hablen a favor.
