El concepto fake news, que se ha popularizado por denominar supuestas noticias falsas que el vecino país ha utilizado para atacar la libertad de prensa, quizá pueda ser aplicado a la publicidad que las autoridades nacionales hacen de México, barnices mentirosos con los que quieren adormilar a los nacionales a pesar del difícil cotidiano del país. Es así que el presidente Peña Nieto pide considerar sus logros viendo “lo que el país ha alcanzado en cifras, números y estadísticas”, argumento que inocentemente deja fuera un elemento vital: la dura realidad que viven los mexicanos.Porque “fake news” han sido las voces de quienes han sobrevalorado la reforma educativa, que se ha limitado al control administrativo y a la evaluación de los profesores, dejando fuera, de manera absurda, la formación docente de mayor calidad y una inyección de recursos y mejoras a las escuelas normales. Grave falta que al final, y luego de 5 años de alardes de la Secretaría de Educación Pública, ha sido descubierta por los resultados del examen que el Instituto para la Evaluación Educativa (INEE) realizó a 131 mil estudiantes de casi 4 mil escuelas del país, en junio pasado, Planea 2017, y que muestran que el 65% de los estudiantes de tercero de secundaria reprobaron los niveles básicos de matemáticas, no saben resolver problemas con fracciones o decimales, ni solucionar ecuaciones. Radiografía de la SEP que Enlace hizo evidente mostrando además que el 66.2% de esos mismos alumnos tienen serias dificultades para entender el sentido de textos complejos. Y que sólo 4 de cada 10 estudiantes pueden llegar a niveles interpretativos. Un panorama deficitario y muy revelador: en estos años la SEP no logró mejoras, y lo realizado no ha permeado en la calidad de la educación de los alumnos de educación básica. Luego, quien resultó bien calificado y claramente reprobado fue el sistema de educación mexicano. Además los resultados Enlace expusieron otro problema de enorme peso social: los pequeños logros tenidos en el área de Lengua y Comunicación están directamente ligados al nivel de escolaridad y de ingresos económicos de los padres de los alumnos. Es decir que sigue la reproducción del círculo negativo de la inequidad que deja ver una sencilla pero significativa ecuación: pobre educación ¬¬más inequidad en el ingreso, es igual a inequidad para acceder a oportunidades y, por tanto, a pobre calidad de vida. Pero claro, muchos dentro de este flaco sistema ya se han apresurado a declarar que es “normal la falta de resultados significativos”...agregando que las mejoras serán notorias en 10 o 20 años...Como si los ciudadanos no supieran que los estudiantes responden a la calidad de su educación de manera directa; es decir, que si hubiera habido un serio esfuerzo por mejorar la formación de los maestros, si hubiera habido una directa inversión para apoyar los programas con adecuados y suficientes recursos didácticos, los resultados hubieran sido otros. Pero el mundo de los hubiera no existe y lo que hay es el fracaso de la educación pública, también la que ofrece la iniciativa privada, en México. Y de esto es responsable esta administración sexenal, pues como hasta un alto funcionario del INEE señaló: “son los factores asociados con la pobreza y con escuelas que no tienen las condiciones básicas para el aprendizaje, los factores que determinan los niveles de logro de los jóvenes.” Y esto no es una “fake new”.