Después de que el magistrado Alberto Barba exhibió a los emecistas porque no le tocaron ni un pelo ante sus supuestos actos de corrupción, nos anticipan los conocedores que el nuevo enemigo público será Armando García Estrada.El caso es simple. Con una Fiscalía Anticorrupción que trabaja con “tres pesos” para meter al “bote” a los transas, ahora García Estrada pone en jaque lo poco que quedaba de la Sala Superior del nuevo Tribunal de Justicia Administrativa.Su advertencia es precisa: no negociará un milímetro el amparo que le concedieron y que frena los nombramientos de magistrados anticorrupción. Él quiere ser uno de ellos -la Iglesia en manos de Lutero-.Prepárense para el contra-ataque de los naranjas que debería incluir a Ismael del Toro porque fue uno los coordinadores parlamentarios que impulsó y configuró el Sistema Estatal Anticorrupción.***Sólo esto nos faltaba: hechos de inseguridad… falsos, con consecuencias trágicas.Las fiscalías de entidades como Jalisco, Yucatán, Hidalgo, Durango y Tamaulipas han advertido que circulan vía WhatsApp y redes sociales mensajes falsos sobre una ola de robos de niños.En Puebla, una turba linchó y quemó vivos a dos hombres acusados de “robachicos”. La Fiscalía de esa Entidad aclaró que eran campesinos y no tenían ninguna acusación o investigación sobre robo de niños.Hasta donde nos quedamos, esas tragedias ocurrían en regiones remotas de India o Asia, pero ahora ocurren en Puebla vía Facebook Live para todo el mundo.La desinformación, dice un parroquiano de esta H. Fuente, se alimenta de estulticia, recurso natural renovable en internet y que, si no tenemos cuidado, puede salir a las calles.***Guadalajara es una ciudad única. Una noche de miércoles, digamos, puedes jugar un partido de futbol en una unidad deportiva y ser “acariciado” por la “brisa” de las balas de un comando armado.Lo ocurrido en la Unidad Santa Elena Alcalde, en Guadalajara, nos recordó que hace un año ese mismo espacio fue rehabilitado y presumido por Enrique Alfaro.El atentado al equipo de futbol en la cancha debería recordarle a los gobernantes que no basta con embellecer la ciudad cuando la seguridad es la principal necesidad.
