El caso de esta película motivó sustitución del nombre original “Lincoln Lawyer” en España, “El inocente” y en Argentina, “Culpable o inocente”. Así ha recorrido las pantallas durante siete años. Es contundente observación de los hechos, principalmente aquellos donde hay crimen y la intervención del abogado alcanza el primer plano, con todos los argumentos legales y los matices que le da su profesión experimentada.El argumento trae a la pantalla las acciones del abogado criminalista en la populosa ciudad de Los Ángeles —para nosotros de gran familiaridad—. Responde al nombre de Michel Haller, dotado de gran carisma, misma que no lo exime de antecedentes por la defensa de atroces criminales que, paralelamente, han causado relativo desdoro a su carrera. Los protagonistas principales de la obra original escrita por Michel Conelly, son Matthew McConaughey, Marisa Tomei, Ryan Phillippe y William Macy, dirigidos por Brad Furman.Michael, sorpresivamente, recibe la cuestionable comisión de defender a un hombre rico e ingenioso de nombre Louis Roulet, acusado de intentar el asesinato de una prostituta. Lo que aparentaba un caso de simple solución con adicionales beneficios económicos cuantiosos como litigante. Lo que no contaba el abogado Michael era el enfrentamiento con dos personajes adiestrados en la manipulación, que lo conducen inicialmente a peligros y después a un examen de conciencia sobre su carrera, hasta antes plagada de éxito sin reparar en cuánto cobra la honestidad. Esta es la cuestión íntima del individuo.La taquilla ha dado respaldo positivo a “El Defensor”, correspondiente desde el punto de vista legal, tampoco ajeno a la promoción intensa que ubica la película en un escenario actual de corrupción en la complicada escena del poder jurídico; que amplio espacio ocupa en los medios de comunicación, que no son ajenos en nuestro País.Dios nos guarde de la discordia.
