Jueves, 25 de Abril 2024

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EPN le hace el trabajo sucio a Trump

Por: Rubén Martín

EPN le hace el trabajo sucio a Trump

EPN le hace el trabajo sucio a Trump

Es imposible no conmoverse con las imágenes de los miles de hondureños varados en el puente internacional que divide las fronteras de Guatemala y México. Haciéndose eco de las diatribas y amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que no ha dudado de calificar como criminales a estos migrantes, el Gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto reforzó la seguridad policiaca en la fronteriza Ciudad Hidalgo de Chiapas, en lugar de recibir a esas casi cuatro mil personas de forma humanitaria para darles asilo, alimento, cobijo y un digno trato migratorio.

Son imperdonables los excesos de la Policía mexicana contra los migrantes que ya habían pasado el control fronterizo en la Tucún Umán, en Guatemala, y que en masa cruzaron el puente sobre el río Suchiate para tratar de ingresar a México.

Antes de seguir vale la pena reconsiderar el nombre periodístico que se le ha dado a este enorme flujo migratorio: “Caravana de migrantes”. Héctor Guerrero, colega fotoperiodista mexicano que está capturando reporteando en esa zona desde hace días, precisa que, más que una o varias caravanas, lo que hay en este momento desde varios pueblos de Honduras es un éxodo masivo de pobladores.

Como es bien sabido, la migración de personas de zonas rurales o más empobrecidas hacia ciudades o zonas económicamente más prósperas es una vieja práctica de varios países de Centroamérica y de México. Honduras se ha convertido hace rato en un país expulsor de población por la situación social de pobreza, corrupción y violencia. Los flujos migratorios no son algo nuevo.

Pero lo que está ocurriendo ahora es distinto. “Si caminabas por la carretera desde Guatemala hacia Honduras te encontrabas a grupos de 30, 50, 100 o hasta 300 cada 500 metros”, describía Héctor Guerrero. Todo el flujo conforma este éxodo de miles de hondureños que se anima a salir en masa para protegerse y cuidarse en el camino desde su país hasta Estados Unidos. Quieren llegar al país del Norte porque la vida en sus localidades está el borde de la sobrevivencia. Por eso es tan peculiar este flujo migratorio.

Y por eso es intolerable y reprobable el trato que ayer dispensó el Gobierno mexicano a este éxodo de hondureños. Repite las peores prácticas que el Gobierno de Estados Unidos ha brindado históricamente a los migrantes mexicanos. Y debe ser corregido. Se les debe dar un trato digno y dejarles entrar para que sigan su camino hacia donde quieran llegar.

Por más restricciones migratorias que se quieran imponer, hay que partir del principio de que ningún ser humano es ilegal. Y exhibir la impudicia y desvergüenza del capital y de sus gobiernos que, por un lado, promueven el libre flujo de capitales por todos los confines del globo, y el trato cada vez más criminal que se quiere dar a los migrantes en todo el mundo. Según la ONU, hay cerca de 250 millones de migrantes en todo el mundo, la mayoría criminalizados, estigmatizados, detenidos por las fronteras. Los migrantes son los desechables para el Estado y el capital. Hay que impedirlo. El Gobierno mexicano debe dar libre paso a este éxodo hondureño. Y nosotros tratarlos con solidaridad y dignamente.

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