Jalisco fue, junto con Guanajuato, uno de los Estados en los que menos porcentaje de ciudadanos votó en la elección de Poder Judicial. Las razones son básicamente las mismas: los dos Estados tienen gobernadores de oposición y en ambos Morena tiene una escasa capacidad de movilización. Ni la gobernadora de Guanajuato, Libia García (PAN), ni el de Jalisco, Pablo Lemus (MC), metieron a la estructura de Gobierno en la elección. Y se notó.Jalisco vio pasar la elección del Poder Judicial como vaca que mira pasar el tren: sin inmutarse. No obstante, por obligación de ley, en 2027 tendrá que haber elecciones de Poder Judicial de Jalisco y tendrá que ser concurrente con la elección de diputados federales, diputados locales y alcaldes. Antes de retomar la discusión sobre las leyes que tendrán que modificarse de cara a la elección judicial de 2027, vale la pena puntualizar qué fue lo que aprendimos de la elección del domingo pasado. Enumero algunas.Uno. Si queremos que la gente vaya a votar, tiene que haber campañas. Resultó un verdadero absurdo un proceso electoral sin posibilidad de hacer campaña. Al final, propaganda fueron los famosos acordeones, que por cierto el INE debería de sancionar, pues fue una intromisión directa del Poder Ejecutivo en la elección del Poder Judicial. Abrir y reglamentar la forma de hacer campaña es fundamental para que el proceso prospere.Dos. Simplificar la boleta. Si con doce por ciento de la votación la elección ha sido un caos organizativo (todos los conteos han salido tarde y mal), en una elección concurrente el cuello de botella en las mesas y en el escrutinio puede ser mucho más complicado. El llenado de las boletas tipo planillas del Melate no funcionó. ¿Es posible hacerlo de otra manera? ¿Se puede hacer en mesas separadas para que la elección judicial no entorpezca la de diputados y alcaldes?Tres. Las propuestas de candidatos no pueden salir solo de los poderes constituidos. Cuando es el poder y solo el poder quien decide los candidatos, la participación ciudadana es solo para legitimar la decisión de los poderosos: el gobernador, diputados y magistrados. Necesitamos diseñar un mecanismo para que tanto las universidades como los colegios y barras de abogados, por citar solo algunas, puedan proponer candidatos.Cuatro. La gran lección de la elección judicial es que la capacidad de empeorar es infinita. Podemos salir de ella gastados y más fregados. La clave para ello es la buena selección de candidatos. Entendiendo que parte esencial de esta reforma tiene que ver con abrir el espacio a los ciudadanos comunes para participar en la elección, no debemos perder de vista que el objetivo último es tener un mejor Poder Judicial y, por tanto, una mejor y más expedita administración de justicia.