Los comentarios que ayer ofreció el director deportivo de Mercedes ante los medios especializados pueden terminar por convertirse en una pesadilla. Toto Wolff asegura que no pretende acoger una familia en su equipo y que para él es necesaria presión y tensión dentro de una escudería para que ésta florezca. En teoría no estoy en desacuerdo con Wolff, pero tenemos que reconocer que este cuarto campeonato que conquistó Lewis Hamilton probablemente haya sido su temporada más sólida desde que arribó a Mercedes y de la introducción de los motores V6 híbridos. La serenidad y el carácter que mostró el británico durante la temporada demuestran la verdadera amenaza que generaba Nico Rosberg en los fosos, sólo Nico ha podido molestar el estado mental de Lewis de manera que cometiera errores.Reflexionando sobre 2017 tengo que admitir que probablemente nunca aprecié la velocidad y ritmo que demostró el alemán antes de convertirse en campeón del mundo y abandonar el deporte. En esta campaña el británico empujó donde podía ganar y consolidar posiciones donde su monoplaza era incapaz de luchar por el triunfo. No dudo que Valtteri posea el talento para competir por algunos triunfos durante una temporada, pero desafortunadamente no le encuentro la consistencia y mentalidad para amenazar por un título.Toto Wolff ha recurrido a medidas extremas al defender al piloto finlandés, pero los resultados tendrán que hablar por sí solos y cobijar a Valtteri dé la confianza necesaria para competir contra dos tetracampeones del mundo. La dirección en Mercedes puede sugerir y pedir los deseos que crea pertinente, creo que en realidad la batalla más importante dentro de la escudería se compite en los cerebros de sus pilotos y después de una temporada debut con las mismas herramientas donde Valtteri se vio fácilmente superado, para 2018 el finlandés necesita encontrar ventajas si busca no sólo competir y acompañar, si no competir y demostrar como promete Toto Wolff.Preguntas y comentarios @desdepista
