Aunque la semana pasada minimizó el hecho, ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador no tuvo otra que aceptar la “omisión” de Petróleos Mexicanos (Pemex) por haber dado contratos por 365 millones de pesos a la empresa Litoral Laboratorios Industriales, propiedad de su prima hermana Felipa Obrador.Este caso, junto con el de su hermano Pío López Obrador, quien fue pillado recibiendo dinero de un operador político del entonces gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, para el movimiento morenista, golpean directamente y ponen en entredicho las repetitivas afirmaciones que hace el Presidente en sus ruedas de prensa mañaneras en el sentido de que en su gobierno ya se desterró la corrupción, el nepotismo y el influyentismo.Para mala fortuna de López Obrador, este segundo caso en el que se ve involucrada una familiar cercana coincidió con la difusión de la llamada Guía Ética para la Transformación de México.Más aún por los detalles que ha revelado la compañía petrolera estatal y ayer el propio Presidente en su rueda de prensa mañanera sobre el caso de la prima hermana que reveló el portal Latinus de Carlos Loret de Mola, mismo medio que mostró los videos de Pío recibiendo el dinero para las campañas morenistas.De entrada lo que habrá que decir es que pese a que el caso era del conocimiento del Presidente, se mantuvo en silencio hasta que los contratos se hicieron públicos por esta investigación periodística.La pregunta es si el asunto no haya sido publicado se hubiera o no mantenido oculto. Porque a decir del propio López Obrador de este tema le informó el año pasado el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, y que ante el riesgo de caer en un posible conflicto de interés “le di la instrucción que no se otorgaran esos contratos”.Estamos, pues, también ante un caso de deslealtad familiar, o peor aún, de desacato de una orden presidencial en Pemex que también deja mal parado al Presidente. Tan es así que en un comunicado oficial de la petrolera mexicana se acusa a Felipa Obrador de que al ser detectada y notificarle que no se le podría adjudicar ningún contrato, “no señaló que para esas fechas Litoral Laboratorios Industriales también se encontraba participando en las licitaciones” y que por ello también se ordenó la rescisión de todos los contratos con esta empresa que aparecieran de forma directa o en conjunto con otras empresas, así como una investigación interna en Pemex para “deslindar responsabilidades y dictaminar las consecuencias que deriven de la inobservancia de las instrucciones del Presidente de México y a los procesos normativos de la empresa”.Habrá que ver, pues, en qué termina esta investigación y la que está pendiente de Pío López Obrador en las que persisten muchas dudas y ponen en tela de juicio la principal bandera de la 4T que es la lucha contra la corrupción. Lo dicho, ese lastre, por más que insista AMLO no desparecerá por decreto, y sus familiares son el mejor ejemplo.jbarrerar@gmail.com