El conflicto magisterial con los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) va subiendo de intensidad y los riesgos aumentan.Primero fue la agresión del miércoles en la misma Secretaría de Gobernación, donde los maestros intentaron derribar el cancel del acceso principal, lanzaron piedras, rompieron cristales y dañaron un automóvil; y ayer, un grupo de educadores, armados con marros, barretas, picos y piedras ingresaron por la fuerza a las instalaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), donde derribaron puertas y ventanas, además de desatar un incendio, mientras que otro contingente de educadores se posesionó del ingreso de las oficinas del ISSSTE, donde dieron un “portazo”, gritando que “Si no hay solución, tiramos el portón”.Ayer, antes de los incidentes —en la conferencia mañanera—, la Presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que “No estamos de acuerdo —con las provocaciones—. Pienso que los y las maestros o aprueban o se deslindan, porque cómo es posible que hay una mesa de diálogo, ellos eligieron a la comisión que entró a la Secretaría de Gobernación, con el secretario de Educación, y de pronto un grupo de personas, que eran muy pocas, aventando piedras, queriendo romper la puerta. Era un pequeño grupo de provocación… Los maestros que están movilizados deberían deslindarse o asumirlo. Nosotros estamos en contra de cualquier acción de violencia”.Sin embargo, desde el miércoles por la tarde el secretario general de la sección 34 de la CNTE —con sede en Zacatecas—, en una entrevista con Radio Fórmula, no se deslindaron de los hechos y asumieron la responsabilidad de los actos de vandalismo en la Secretaría de Gobernación, cuando declaró que “Somos partidarios de demostraciones pacíficas, somos muy respetuosos, pero también hay que entenderlo, son muestras de cansancio, de desilusión ante un Gobierno que no escucha”.De acuerdo con Amnistía Internacional, “Las personas que participan en una protesta están ejerciendo múltiples derechos, entre ellos el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica y a la libertad de asociación”. El organismo habla de que “Las autoridades tienen el deber de respetar, proteger y facilitar la protesta”, que ha sido el posicionamiento del Gobierno —hasta el momento—, pero sí aclara que “El derecho a la protesta requiere también que quienes organizan una manifestación, y participan en ella, tengan oportunidad de transmitir de forma pacífica su mensaje al público al que va dirigido. Por lo tanto, es importante respetar la forma, el momento y el lugar de celebración de una protesta”.El derecho de los maestros, “cansados y desilusionados”, nadie se los quita; lo que se critica son los procedimientos de protesta completamente fuera de la ley que sí son provocadores, pero también habrá que recordarle a la autoridad correspondiente que es su responsabilidad mantener el orden público y que se hagan respetar los derechos de los ciudadanos afectados con la protesta.Usted, ¿qué opina?