Inició la temporada 2025 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), el máximo circuito beisbolero profesional en nuestro país que se disputa durante la primavera y el verano, y los Charros de Jalisco han arrancado con ilusión renovada este certamen del circuito, pero repitiendo la historia de lo que han sido sus últimas participaciones; es decir, con un inicio incierto, con tropiezos y dolorosas derrotas, como la del pasado jueves ante Algodoneros de Unión Laguna, cuando habiendo estado a un out del triunfo les arrancaron la victoria en extra innings.Y aunque tras el excelente trabajo al coronarse en el invierno pasado (en la Liga Mexicana del Pacífico) el inicio del campal veraniego había generado algunas expectativas, la historia parece repetirse y el equipo ha tenido un arranque con altibajos en esta que es su segunda campaña de regreso a la LMB.En sus primeras dos series -una como visitante y otra en casa, el Estadio Panamericano de Zapopan- los Charros han cosechado dos victorias frente a cuatro derrotas. Al menos, han evitado la barrida, lo cual ya es un pequeño consuelo.En lo que fue su debut en esta naciente temporada 2025, el escuadrón jalisciense sucumbió en la primera serie en que le correspondió enfrentar a Sultanes de Monterrey. El viernes 18 de abril cayó por 2-3, y un día después por 1-2, de manera que el triunfo del domingo por 7-4 no le alcanzó ya más que para sumar su primer victoria en el certamen. Las cosas no mejoraron en su segunda prueba, ésta frente a los Algodoneros, ante quienes perdieron el primer cotejo disputado el martes 22 de abril por 11-8. El miércoles se impusieron por paliza de 18-6, pero en lo que fue el tercer cotejo para definir al ganador de la serie volvieron a tropezar con pizarra de 8-6.Aun así, el conjunto no ha dejado malas sensaciones. La ofensiva ha mostrado chispazos importantes -una de las victorias fue la paliza de la que ya hacía mención- lo que habla de un lineup que puede hacer daño si logra embonar. Además, su Estadio Panamericano es un parque de características ofensivas, lo cual debería ser aprovechado por los bateadores locales, que lo conocen bien.La gran interrogante, sin embargo, sigue siendo la misma de los últimos años: el pitcheo. Tanto en sus años en el Pacífico como ahora en el verano, el talón de Aquiles del equipo ha sido el staff de lanzadores. Y como bien dice el adagio: el juego se llama pitcheo. No hay ofensiva que alcance si el cuerpo de abridores no puede mantener el juego cerrado o si el bulpén no responde en las entradas clave. Ahí se gana o se pierde.Será fundamental ver si en las próximas semanas el equipo logra mayor estabilidad desde la loma. Si el pitcheo se estabiliza, no hay duda de que los Charros tienen con qué competir en este circuito. La defensiva luce compacta, la ofensiva tiene argumentos, y el cuerpo técnico parece estar trabajando sobre una estructura lógica.Esto apenas comienza. El camino es largo y lleno de variables, pero la afición tapatía tiene razones para ilusionarse. Que no se repita la historia de siempre, y que, por fin, el arranque no condene la temporada.