Vaya agarrón que se están dando los dos grupos políticos hoy por hoy más importantes de Jalisco.Una auténtica lucha de titanes.Por un lado está el grupo político del gobernador Enrique Alfaro, que tiene hoy los votos y el poder y todas las herramientas de gobierno como son la mayoría de diputados en el Congreso local, la Fiscalía, al presidente interino de Guadalajara y por supuesto periodistas y medios de comunicación afines.El grupo Universidad, por su parte, tiene como cara visible al rector Ricardo Villanueva, que tiene experiencia y una buena cantidad de alfiles y actores políticos como la FEU, los diputados universitarios, y también periodistas y medios.Tal parece que lo que había sido una relación cordial y constructiva entre ambos, y que se tradujo por ejemplo durante la Pandemia en la construcción de un modelo ejemplar Gobierno-Academia que dio a la población confianza, hoy esta roto y no sólo eso sino que en franco desencuentro.Tuvieron que pasar las elecciones, y Alfaro recibir en Jalisco el apoyo de las mayorías, para que cambiara su estrategia, desandara caminos como el de la transparencia y la cordialidad, para romper y empezar a pasar facturas, por ejemplo al Comité de Participación Social del Sistema Anticorrupción de Estado (quitándoles sueldos), anulando la participación de los jóvenes empresarios del CCIJ como testigos de privilegio en la Ley de Compras del Estado (ambas medidas una invitación monumental a sospechar de la transparencia y honradez del gobierno) y desde luego el pleito contra el Grupo Universidad, que no es poca cosa.Que grupos de ese nivel y con su respectivo poder se peleen no deja de ser fascinante; para los espectadores políticos es un espectáculo digno de ver y narrar como si se tratara de una monumental partida de ajedrez en la que cada uno va utilizando sus piezas con una inteligencia en ocasiones pasmosa.Tal parece que los pleitos entre políticos son parte de su ADN.Desafortunadamente algunos de los temas que utilizan como pretextos y rehenes en la contienda suelen ser asuntos que tendrían un profundo interés popular pero que al ser “tocados” por la política se contaminan y distorsionan.Está la falsa controversia en tener que elegir entre construir un Museo Universitario o un Hospital Civil en Tonalá, como si fueran mutuamente excluyentes, y con enorme carga de chantaje porque obviamente la inclinación es por el hospital y más en tiempos de pandemia.Y otro tema es también un terreno en Huentitán, que eran tiraderos del municipio y podría ser sede de un desarrollo moderno, y que por la toma del grupo universitario y el manejo de banderas ambientalistas se convierte en una especie de perversidad para la ciudad.Contaminación y distorsión.Lucha de titanes.De esas en las que se van a dar con todo, donde hay innumerables heridos, y al final todos perdemos.platapi@hotmail.com
