Las oposiciones que enfrentaba el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) entre gobernadores del país se desvanecieron como la espuma. La reunión de todos los mandatarios del país, a excepción del de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez, marca el relanzamiento de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y la extinción de la Alianza Federalista que desde fines de 2019 impulsaron jefes ejecutivos de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano e independientes.En su momento, la Alianza Federalista, que agrupó a los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Durango, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Aguascalientes entre otros implicó de facto la ruptura de la Conago y un polo de oposición política al gobierno de la Cuarta Transformación y a las principales políticas impulsadas por el presidente López Obrador. Desde la Alianza Federalista se cuestionó duramente las medidas sanitarias lanzadas para enfrentar la pandemia por coronavirus, el reparto fiscal, los programas sociales del Gobierno federal y el manejo de la economía.Pero lo que se presentaba como un fuerte polo opositor, ahora quedó en cenizas. La Alianza Federalista no existe más, entre otras cosas porque varios de quienes la integraron dejaron sus cargos como Javier Corral (Chihuahua), Jaime Rodríguez (Nuevo León) o Silvano Aureoles (Michoacán). Pero quizá el factor más importante fue la denuncia penal y solicitud de detención ordenada contra el gobernador panista de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.En la LXI Reunión Ordinaria de la Conago, celebrada en Villahermosa, Tabasco, tierra del presidente López Obrador, el jueves 16 de diciembre asistieron todos (con excepción de Enrique Alfaro que está de vacaciones), incluso Cabeza de Vaca.En la reunión de la Conago y después en la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública se vio convivir cordialmente a los mandatarios del partido en el poder, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con panistas, priistas, de Verde Ecologista de México y hasta Samuel García de Nuevo León, que llegó por Movimiento Ciudadano.Antes de este encuentro ya se habían mandado mensajes de la ruptura de la Alianza Federalista y de entendimiento de nuevos gobernadores con AMLO el pasado 1º de diciembre en el Zócalo de la Ciudad de México, con motivo del tercer año de la llegada a la presidencia. En esa ocasión asistieron Mauricio Vila (Yucatán) y Maru Campos (Chihuahua) del PAN los priistas José Rosas Aispuro (Durango), Carlos Joaquín González (Quintana Roo) y Alejandro Murat (Oaxaca). La asistencia de los panistas en la fiesta de AMLO motivó críticas de la dirigencia.Otro mensaje claro lo dio la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, en esta misma semana cuando declaró: “Se ha visto que se logra más con el diálogo y la mediación que estando confrontados, por lo que Chihuahua estará de nuevo en la Conferencia Nacional de Gobernadores”, por lo que anunció el retiro de su estado de la Alianza Federalista.La puntilla a este polo opositor lo dio el gobernador de Guanajuato, el panista Diego Sinhue Rodríguez en Villahermosa, antes de iniciar la reunión de la Conago, quien declaró que la Alianza arrojó buenos resultados, por lo que se analizará su futuro, ya sea invitando a otros estados o “ver si ya se le da sana sepultura, pero fue un proyecto que funcionó”.El presidente López Obrador manejó diplomáticamente la derrota de la Alianza y el relanzamiento de la Conago y expresó un reconocimiento a los mandatarios estatales de la oposición, por la unidad de esfuerzos en la materia, que “pone por delante el interés general, del pueblo y de la nación”.El sometimiento de la Alianza Federalista se debe en parte a que AMLO y su partido mantienen tasas de aprobación altas y la falta de liderazgos claros y respetados entre los gobernadores de la oposición, entre ellos Enrique Alfaro, de Jalisco, a quien se les desinfla su objetivo de convertirse en líder opositor nacional. rubenmartinmartin@gmail.com