El viernes pasado que a pregunta expresa, y muy probablemente inducida como se estila en su conferencia mañanera, Andrés Manuel López Obrador confrontó nuevamente al gobernador Enrique Alfaro y lo relacionó con el líder del Grupo UdeG, Raúl Padilla López, el Presidente hizo evocar los tiempos que hizo política en Jalisco con estos dos personajes en la elección presidencial del 2012, que perdió ante el priista Enrique Peña Nieto.A los que ve hoy aliados en aquel momento tuvieron una fuerte disputa para ganar las simpatías del entonces candidato del PRD, en su segundo intento fallido por llegar a la presidencia de la República. Fue cuando AMLO optó por Alfaro y despreció al Grupo UdeG, que desde entonces controlaba al PRD en Jalisco.Padilla y Alfaro Intentaron negociar. Se sentaron a la mesa pero no llegaron a acuerdos. Rompieron negociaciones y Alfaro amagó ir por la gubernatura de Jalisco sólo por el PT, Movimiento Ciudadano y Alianza Ciudadana, como finalmente ocurrió sumando al entonces naciente Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador.En aquella negociación participó Ricardo Monreal, entonces senador y hoy líder de la Cámara alta, quien le advirtió a los padillistas que si no había arreglo entre el PRD Jalisco y el equipo de Alfaro, AMLO respaldaría y haría campaña con el mejor posicionado, aún si eso implicaba desconocer al candidato local del perredismo. Alfaro y López Obrador festejaron con una comida haberse impuesto al poderoso Grupo UdeG, liderado por Padilla.Como pasa en la política, las alianzas son temporales al igual que las animadversiones. Nada es para siempre. AMLO acusó a Alfaro de haberlo traicionado por apoyar la campaña de la panista Josefina Vásquez Mota en lugar de la suya como habían pactado, y Alfaro y Padilla se reconciliaron desde el 2013 para buscar posiciones en el Congreso local de mayoría priista tras el triunfo de Aristóteles Sandoval sobre Alfaro en julio de 2012. En 2018 volvieron a ir en alianza no sólo por la gubernatura de Jalisco sino también apoyando al candidato presidencial por el PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya.Con estos antecedentes, se puede entender mejor la nueva embestida del Presidente contra Alfaro el viernes pasado, dónde no sólo desmintió al gobernador que han disminuido los recursos entregados a Jalisco (aseguró que lo probará publicando todos los apoyos que vienen de la Federación), y descalificó su investigación para intentar probar que los ataques a su gobierno vienen “de los sótanos del poder” de la 4T como aseguró en junio pasado, sino que por primera vez le reprochó también “llevársela muy bien” con Padilla López a quien fustigó por controlar por años la universidad pública de Jalisco y por utilizar la Feria Internacional del Libro (FIL), dijo, para atacar al gobierno de la autollamada cuarta transformación.jbarrerar@gmail.com
