Lunes, 20 de Marzo 2023

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50 años de la Liga 23 de Septiembre

Por: Rubén Martín

50 años de la Liga 23 de Septiembre

50 años de la Liga 23 de Septiembre

A finales de la década de 1960 y comienzos de la siguiente, el mundo occidental atravesaba una oleada de protestas sociales cuya expresión máxima fueron los movimientos de 1968 en Francia, México, Brasil y otras partes del mundo. Autores como el estadounidense Immanuel Wallerstein la califican incluso como una revolución mundial. Lo cierto es que millones de jóvenes de más de 30 países del mundo se movilizaban para exigir cambios políticos, sociales y económicos radicales.

En cada país, la respuesta estatal fue común: la represión en contra de los jóvenes. En México, la expresión máxima de esa respuesta represiva fue la masacre del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, Ciudad de México, en la que se asesinó a más de 300 personas, se hirió a cientos y se encarceló a miles de personas, especialmente a los dirigentes del movimiento estudiantil de ese año.

En Guadalajara, los intentos de vinculación de los estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG) con los del Consejo Nacional de Huelga fueron contenidos y reprimidos por el Gobierno y por la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), convirtiendo a esta agrupación en un brazo armado del Estado.

Esta respuesta represiva explica en buena medida la radicalización de las organizaciones de jóvenes y estudiantes que luchaban contra la antidemocracia en la UdeG y contra la represión de la FEG. Este contexto dio origen al Frente Estudiantil Revolucionario (FER) creado en 1970 con la intención de combatir a la FEG y democratizar la universidad. Pero otra vez el gobierno respondió persiguiendo, reprimiendo e incluso asesinando a sus integrantes. Debido a esto, este grupo de jóvenes estudiantes se escondió clandestinamente para sobrevivir. A su vez, la lucha del FER en Guadalajara se explicaba en buena medida por un amplio movimiento de jóvenes en barrios populares y de clases medias de esta ciudad.

A escala nacional, la dura represión contra estudiantes y jóvenes motivó a miles de ellos a considerar que las opciones de cambio de la sociedad a través del sistema político estaban cerradas, por lo que decidieron crear organizaciones políticas antisistémicas que lucharan contra el Estado, incluso con las armas.

Este es el contexto que explica el surgimiento de hasta 29 distintas organizaciones guerrilleras en las que militaron hasta dos mil jóvenes, según refirió Sergio Aguayo Quezada, basado en documentos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la antigua policía política del país. De estas 29 organizaciones, se considera que la que más militantes llegó a tener y más capacidad operativa desplegó fue la Liga Comunista 23 de Septiembre.

La Liga, como se le reconocía comúnmente, nació el 15 de septiembre de 1973 aquí en Guadalajara, en el número 689 de la calle Porfirio Díaz (o calle 36), en una casa rentada al cura de San Juan Bosco, al oriente de la ciudad. Ocho organizaciones políticas que buscaban cambiar la sociedad a través de la lucha guerrillera decidieron crear un frente común y decidieron llevar a cabo su reunión de nacimiento aquí en Guadalajara.

Esos grupos eran Movimiento Estudiantil Profesional de Monterrey, los Procesos, los Guajiros, los “Enfermos” de Sinaloa, los Lacandones, Movimiento 23 de Septiembre, Movimiento de Acción Revolucionaria, y militantes del FER de Guadalajara, los anfitriones.

Se escogió Guadalajara por facilitar el encuentro de militantes tanto del norte como del sur del país, pero también porque el FER ofrecía condiciones de seguridad para dar nacimiento a la Liga 23 de Septiembre. En esa reunión se debatieron los documentos fundacionales y se establecieron los objetivos: pretendían construir un partido y un ejército “revolucionario” e “iniciar la movilización de masas (…) para destruir el Estado burgués” y “construir el socialismo”, según refiere Ramón Gil Olivo. Cientos de jóvenes decidieron luchar por esta causa, aún a riesgo de perder su vida, lo cual fue cierto para muchos de ellos.

La anterior represión del Estado mexicano contra los movimientos estudiantiles u otros movimientos armados de campesinos, como en Guerrero, fue perfeccionada y aplicada sangrientamente contra la Liga 23 de Septiembre, especialmente por parte de la Brigada Blanca. Hacia finales de la década de 1970, la Liga prácticamente había sido extinguida y sus militantes estaban perseguidos, encarcelados, desaparecidos o asesinados. Se puede estar a favor o en contra de los métodos que utilizaron estas organizaciones políticas, lo cierto es que apostaron por transformar este país para que hubiera democracia y justicia social.

A 50 años de la creación de la Liga 23 de Septiembre, es conveniente reflexionar si las razones que llevaron a miles de jóvenes a estar dispuestos incluso a arriesgar sus vidas para cambiar la realidad del país ya desaparecieron o siguen presentes. Lamentablemente, muchas de estas causas, como la pobreza, la explotación, la desigualdad, el despojo y la violencia estatal, siguen doliendo a los mexicanos ahora como hace medio siglo.

rubenmartinmartin@gmail.com

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