Con una frase que muchos calificaron de arrogante y temeraria, el 8 de noviembre de 1991, hace 30 años, llegó a las manos de los tapatíos el diario Siglo 21: la frase decía, “Desde hoy, Jalisco es diferente”, enmarcada en una magnífica foto de La Minerva y un trabajador de limpia, tomada por el extraordinario fotógrafo, José Hernández Claire, recientemente fallecido.La nota principal de la portada, podría replicarse perfectamente ahora: “Guadalajara exige más seguridad pública”. Pero los redactores de Siglo 21 ya marcaron diferencia en esta nota, pues no hablaban los funcionarios, sino la gente de la calle: un empresario, una ama de casa, un estudiante, una voceadora y un taxista. El diario llegó con la pretensión de recoger todas las voces de la sociedad. Siglo 21 nació con la mayor transparencia posible. En la página 3 de esa edición se presentaba al dueño de la empresa que hacía posible el diario: Alda Editores, propiedad de un ex político del PRI, Alfonso Dau. En la página 2 se explicaba “Nuestro proyecto editorial”, donde se precisó el objetivo del nuevo diario: “Hace falta un conjunto de prácticas responsables, una cultura de la democracia y un esquema de pesos y contrapesos que permita la existencia de una sociedad civil firme y activa frente a los asuntos públicos. Nuestro esfuerzo cotidiano se encamina hacia esos fines”, escribió el director del naciente diario, Jorge Zepeda Patterson. Como la salida de Siglo 21 coincidió con el “destape” de Enrique Dau Flores, el candidato a Guadalajara del Partido Revolucionario Institucional (PRI), entonces dominante en Jalisco y el país, muchos creyeron que el nuevo diario en realidad era un periódico de temporada que haría propaganda para el partido gobernante. La cobertura plural y equilibrada de los candidatos de todos partidos demostró que eso no era así. La sospecha creció porque el candidato del PRI era primo del dueño del diario. Pero éste nunca abogó por su familiar. Apenas salió Siglo 21, se presentó como un “periódico diferente”. Lo hizo tanto por su formato tabloide, distinto a los diarios “sábana” el diseño que imperaba en los diarios tradicionales de Guadalajara. Junto al formato, se apostó por un diseño ágil y con espacios para los gráficos y las fotografías que no existía en la prensa de la ciudad. Además de su diseño, Siglo 21 apostó por una manera diferente de entender el periodismo y contar las historias de manera renovada. Se apostaba por la cobertura equilibrada y rigurosa, pero también por la crónica y los reportajes a profundidad. En Siglo 21 se abrió el primer equipo de periodismo de investigación. Y también este diario innovó con los suplementos especiales dedicados tanto al ocio con Tentaciones, como otros dedicados a la tecnología o a las universidades. A la larga, varias de las innovaciones de Siglo 21 alentaron una sana competencia por mejores prácticas periodísticas. Más adelante este diario, El Informador, también creo su unidad de reportajes especiales, al igual que Mural.Siglo 21 nació con la pretensión de no repetir las prácticas tradicionales y viciadas del periodismo tapatío, por lo que inicialmente no reclutó reporteros en activo, sino que apostó por formar a su propia redacción guiados por los talleres impartidos por Tomás Eloy Martínez, un respetado periodista y escritor argentino, que ya había colaborado en la fundación de periódicos en su país y en Venezuela. En el camino se cometieron errores, y se reconocieron aciertos de otros colegas periodistas, pero sobre todo Siglo 21 sí hizo realidad su lema de ser “El periódico diferente”.Algunos creen que Siglo 21 contribuyó al cambio político en el Estado. Yo creo más bien que el ciclo de movilizaciones y protestas sociales que había en el Jalisco de fin de siglo reclamaba a gritos un periódico como el que salió en noviembre de 1991. Y el esfuerzo periodístico estuvo a la altura. Otra historia es cómo este proyecto se transformó y luego desapareció. Pero a 30 años de su salida, la frase arrogante se convirtió en realidad. Desde entonces Jalisco fue diferente.
