Ya dirá el tiempo si la victoria, ayer, sobre el Monterrey -flamante campeón de la Concacaf-, se limita a dar el cerrojazo a un Torneo de Clausura que ha sido, como de costumbre, de más pena que gloria para el Atlas…, o si, como se especula, cierra un ciclo histórico de mediocridad y abre la esperanza de que vengan, en el corto plazo, tiempos mejores para los rojinegros.Más familiarizados, por tradición, con las penurias que con las alegrías, los seguidores del Atlas tomaron con naturalidad el triunfo sobre la “Pandilla”.No fue motivo para realizar una caravana festiva desde el Estadio Jalisco hasta el Monumento de los Niños Héroes (su “manifestódromo” particular, habida cuenta de que “La Minerva” tiene otros usuarios habituales). Se dimensionó objetivamente el resultado: aunque el Monterrey llegaba a la cita en medio de las celebraciones por el título conquistado a media semana, era obvio que la decisión de sus dirigentes, de reservar a sus titulares para las inminentes batallas de la “Liguilla”, y utilizar para el partido de ayer, en consecuencia, un cuadro “alternativo”, ponía las circunstancias a favor de los rojinegros.Se diría, incluso, que el 2-0 adverso les salió barato a los reyneros… y hasta que pueden darse de santos con no haber sufrido el 4-0 adverso que los habría enfrentado al América en vez de al Necaxa en el arranque del verdadero campeonato, del que la extensa fase concluida ayer, como es del dominio público, hace las veces de prólogo.Cambiando de tema, es probable que la derrota del Guadalajara ante los “Tigres”, la víspera, corrobore las conclusiones de los observadores, de varios jugadores e incluso de los dirigentes…Aunque el balance numérico del ciclo de cuatro partidos para el que fue contratado Tomás Boy deja un saldo adverso -tres derrotas (ante Morelia, Puebla y ahora “Tigres”) por una victoria (la de la semana pasada sobre el León que ha sido el mandón en la fase regular del certamen)-, el equipo rayado, en general, se vio más ordenado, mejor orientado tácticamente, que en la primera etapa del torneo.Se vio menos errático en el aspecto defensivo. Y si a la ofensiva no generó más y/o mejores situaciones propicias, fue por las limitaciones cualitativas que son del dominio público.Colofón: Boy, con lo que le dieron, hizo lo humanamente posible. Pedirle más… era pedir milagros.
