Una buena… y otra no tan buena (como en los chistes)…La buena: que el Guadalajara “dio un golpe de autoridad” —para utilizar uno de los tópicos predilectos de los cronistas contemporáneos— en la Liga de Campeones de la Concacaf al hacer cera y pabilo con el modestísimo Cibao de la República Dominicana mediante un categórico 5-0 que sólo a medias reflejó la diferencia del potencial de las dos escuadras.La no tan buena: que no hay ninguna garantía de que la historia vaya a repetirse en el “Clásico” del sábado ante el América.*Sería ilusorio pretender, a partir de la victoria sobre el Cibao, que, inspiradas por las fórmulas aplicadas por Matías Almeyda en los entrenamientos a puerta cerrada de las últimas semana, las “Chivas” ya superaron la etapa —que arrancó en el Torneo de Apertura y continúa en lo que va del Clausura— en que ha sido manifiesta (y hasta patética) su incapacidad para crear y concretar acciones ofensivas.El valor de los triunfos va en proporción directa con la jerarquía de los adversarios ante los que se alcanzan. Haber aplastado al modesto antagonista que les tocó en suerte en el certamen regional, sin desdeñar al oponente ni menospreciar el resultado, concuerda con lo que, en el mismo certamen y ante rivales con un poco más de historial en estas danzas, consiguieron los “Tigres” ante el Herediano y el América ante el Saprissa.La victoria, sin embargo, no borra la sensación de que el equipo más popular de México atraviesa por una fase incierta; de que los resultados negativos que de un tiempo a la fecha ha coleccionado, no son consecuencia de ningún maleficio, y de que su ubicación en la tabla de posiciones —el penúltimo lugar, por si alguien lo ha olvidado— retrata de cuerpo entero la realidad presente de las “Chivas”.*Es cierto que la motivación implícita en el “Clásico” puede servir de catalizador para que el Guadalajara muestre una mejoría significativa. Es igualmente válida la apreciación de los americanistas, de que los rojiblancos ven en el encuentro sabatino la ocasión, si no de salir del hoyo en un santiamén, sí, al menos, de “salvar la temporada”, por el revuelo que generaría ponerle el pie en el pecho al que en este momento es el mejor equipo de la Liga.Algo que es posible… aunque no sea lo más probable.
