Un alegato recurrente de los jugadores, cuando se decreta contra su equipo un penalty que puede estropearle el resultado, consiste en echar en cara al árbitro que “Nos estás echando a perder el trabajo de toda la semana”... Cuando el equipo en cuestión está amenazado por el fantasma del descenso, el tono de la reclamación se acrecienta: “¡Nos estás echando a perder el trabajo de toda la temporada”.*Para técnicos y dirigentes, por razones más que justificadas, es fundamental que la Comisión de Arbitraje designe a sus elementos más capacitados para dirigir los partidos cuyos resultados pueden ser determinantes para el tema del descenso, precisamente.Botón de muestra de la trascendencia que puede tener una decisión errónea del silbante, las que tomó Jorge Isaac Rojas —insospechable de venalidad, inexperiencia o incompetencia, por lo demás— en los minutos postreros del encuentro dominical entre Veracruz y Tijuana…Minuto 93. Marcador, 1-1. Juan Lucero, atacante de los “Xolos”, busca un “ollazo” en el área. Juan Pablo Vigón lo sujeta del brazo derecho mientras Melitón Hernández, portero de los “Escualos”, salta sobre él y despeja de puños. Rojas señala penalty: presumiblemente, por la falta de Vigón detectada por los comentaristas en la enésima repetición del lance… Tras las consabidas reclamaciones de los jugadores del Veracruz, que saben que empatar el partido que estaban ganando acrecentaría las amenazas de descenso, el silbante consulta con el juez de línea y revoca la decisión. Las protestas de los jugadores del Tijuana, a partir de la premisa de que empatar el partido que perdían robustecería la posibilidad de clasificar a la “Liguilla”, resultaron estériles.*Más allá del consenso en el sentido de que si el VAR ya se estuviera aplicando en México, probablemente se hubiera concluido que Vigón, en efecto —y no Melitón, como a primera vista parecía—, cometió una falta que ameritaba la pena máxima, el caso es que hay errores arbitrales que cambian el resultado de un partido; que de ellos puede depender que un equipo gane (o pierda) injustamente un campeonato, e incluso que otro descienda sin merecerlo: el caso que ahora mismo pudiera darse, considerando que Lobos-BUAP y Veracruz están enfrascados en una carrera parejera por eludir el purgatorio del descenso.Al final del cuento, sigue teniendo validez axiomática la frase de Armando Nogueira: “Los árbitros de futbol son buenos ladrones… crucificados en medio de dos cristos”.
