Viernes, 26 de Julio 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

- “El bueno”

Por: Jaime García Elías

- “El bueno”

- “El bueno”

En otros tiempos, José Antonio Meade Kuribreña hubiera sido, por aclamación (“por esencia, presencia y potencia”, cantaba Sarita Montiel en un cuplé que estuvo de moda en los tiempos en que las hoy abuelas aún usaban tobilleras), “El bueno”. En los presentes, hasta el primer domingo de julio del año próximo se sabrá, con certeza, si es “el bueno”, “el malo” o “el feo”… Poco habrá de vivir, en todo caso, quien no salga de esa duda.

-II-

Hasta ayer, del hoy flamante “destapado” —para mantener vigente la denominación folclórica— se sabía, a muy grandes rasgos, que fue secretario de Energía, Desarrollo Social, Relaciones Exteriores y Hacienda (un Ch. P. T. en toda la extensión del concepto, pues), en 20 años de carrera en el servicio público, en dos administraciones de diferente cuño partidista. En ese aspecto, “ni priista ni panista, sino todo lo contrario”… hasta ayer que el destino lo puso en jaque perentorio y lo obligó a dejarse de neutralidades y convertirse en militante del partido que, fiel a su espejo histórico y a la convicción de que la disciplina es la virtud suprema en el mundo de la política, lo convirtió en el abanderado de sus principios doctrinales, cualesquiera que éstos sean, y en el “gallo” de los intereses de quienes viven a su sombra.

Hace un mes, al participar, aún como “tapado”, invitado por El País, en el Foro “México y España: Inversión y Cooperación”, el hoy precandidato planteó que el “despliegue de solidaridad” que se manifestó a raíz de los sismos de septiembre, y que hizo “caminar juntos a servidores públicos y a ciudadanos, y al Ejército y la Marina trabajar junto con la sociedad civil”,  debe trasladarse a los problemas políticos y económicos. Sería lo deseable, en efecto… si la historia no aportara tantas pruebas de que sólo las desgracias suscitan ese sentimiento de solidaridad entre los mexicanos.

-III-

El flamante “precandidato”, aclamado desde el momento mismo de su unción como tal —el “suerte, Pepe”, fuera del script, con que lo bendijo el aún Presidente… que, ipso facto, comenzó a dejar de serlo—, iniciará ahora, auxiliado por profesionales en esas artes, la construcción de la imagen y del discurso, prácticamente inéditos hasta ayer mismo, con que el ungido y sus valedores intentarán evitar que otros cumplan en ellos la bravata que Vicente Fox hizo efectiva al despuntar el nuevo siglo: “echar al PRI de Los Pinos”.

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones