La expresión “cortina de humo” alude comúnmente a una distracción generada por una persona, empresa o gobierno –esto último, sobre todo—, para desviar la atención de la opinión pública de asuntos graves, que alcanzan dimensiones críticas (y en sentido estricto deberían ser prioritarios), y trasladarlo, con frecuencia, hacia temas polémicos o escandalosos, pero de escasa trascendencia... Por ejemplo, el viaje en puerta del Presidente López Obrador a Washington.-II-Conforme pasó de mera posibilidad a decisión confirmada por los propios presidentes, el tema, en efecto, levantó una densa humareda de comentarios…Para la generalidad de los analistas, la entrevista de López Obrador y Donald Trump es innecesaria.Si se trata de subrayar el interés de los dos mandatarios –y, eventualmente, de sus países— por el recientemente renegociado Tratado de Libre Comercio en que también participa Canadá, el encuentro de los presidentes dista mucho de ser un requisito esencial para su puesta en operación.Si se trata de honrar la tradición de que casi todos (o todos) los presidentes mexicanos se han reunido al menos una vez con casi todos (o todos) sus homólogos estadounidenses, la pandemia del COVID-19 parecía un estupendo pretexto para dar prioridad a la “sana distancia” (Alan Riding intituló así su ensayo sobre la peculiar relación histórica entre México y Estados Unidos: “Vecinos Distantes”) sobre dicha tradición.Si se trata de alimentar la malévola versión de que muchas de las más importantes decisiones políticas sobre México se toman en el Despacho Oval de la Casa Blanca, o la de que los presidentes estadounidenses dan órdenes o regañan a los mexicanos, la entrevista, en las condiciones actuales, resultaba igualmente ociosa: López Obrador avaló, personalmente, el servicio más importante que Trump, con su prepotencia e insolencia características, le exigió en su momento: contener en México –creando albergues en la frontera norte y desplegando la Guardia Nacional en la sur— las oleadas de migrantes centroamericanos (y, de paso, mexicanos) aspirantes a buscar, como “ilegales”, las condiciones mínimas de seguridad y bienestar que en sus propios países no encuentran.-III-Cortina de humo o no, la entrevista, ciertamente, roba cámara a un tema de mucha mayor importancia que el valor real, simbólico o anecdótico de la entrevista en Washington: los problemas de inseguridad que, con episodios como el reciente atentado contra Omar García Harfuch en la capital o la masacre en un centro de rehabilitación para drogadictos en Irapuato, ha alcanzado dimensiones escandalosas, escalofriantes…
