Comprometido, disciplinado y con una curiosidad que lo impulsa a cuestionarlo todo, Lucho Arias es un claro ejemplo de cómo la vida no tiene por qué encasillarse en un solo camino. Su día a día se divide entre dos mundos muy distintos, pero que hablan de su capacidad para adaptarse, reinventarse y encontrar el balance entre tradición y evolución.Por un lado, forma parte del negocio familiar que, desde hace tres generaciones, se dedica a la producción y comercialización de bebidas destiladas de agave. En este proyecto, Lucho está enfocado en el área de comercialización y desarrollo de producto. Uno de sus proyectos más emocionantes está a punto de ver la luz: un aguardiente de agave que han creado con dedicación, paciencia y mucho amor, tras dos años de trabajo.Al mismo tiempo, su pasión por el bienestar físico lo ha llevado a desarrollarse como fitness coach desde hace tres años en Refuse, un estudio de entrenamiento funcional. Pronto, además, sumará un nuevo reto a su trayectoria en el mundo fitness, al integrarse como instructor especializado en "megaformer", un método de entrenamiento que fusiona fuerza, resistencia y control, revolucionando la percepción tradicional del pilates.Más allá de sus ocupaciones, su búsqueda personal está guiada por la empatía, la disciplina y la idea de que no existe una sola verdad. La inspiración no siempre llega de manera automática, confiesa, pero tiene claro que su motor está en alcanzar una constancia que hable por sí sola, además de rodearse de personas cuya entrega y pasión le motivan día con día. Y si algo tiene claro es que todo —absolutamente todo— puede ser más llevadero si va acompañado de una buena playlist. MR