Aunque no ha sido sencillo, vaya que le ha traído algunas de sus más grandes alegrías. Con su joven, pero experimentado talento, esta violinista sabe como atraer a grandes audiencias con nada más que una sonrisa y el cálido sonido de su violín.Con una amplia tradición musical familiar y varias presentaciones en el ámbito nacional e internacional, Mariana representa ahora a una de las nuevas caras en la música sinfónica mexicana.De este modo, la también pianista y maestra en musicoterapia sabe muy bien como explotar sus recursos para ofrecernos un proyecto creativo e innovador que tanto enamora a la audiencia.AD
