En Casa Azul, Rogere presentó una experiencia envolvente por vibración de luces, piezas, una escena Kitsch e historias que invitaron a la reflexión e identificación del observador con lo que ve, además de disfrutar de un recorrido por este espacio que se distingue por tener una arquitectura de los años treinta. También presentó su colección de fotografía @fall_grow, en la que se rindió ante la arquitectura y el paisaje que tanto le impactan como artista. La asistencia fue a través de @artwork_rogere, con dos fechas para visitar su estudio.Otros detalles que se disfrutaron fue la variedad de propuestas de iluminación, juegos de sombras y los materiales como piedras, maderas, metales, cristales, resinas, pinturas y dibujos.CP