Jóvenes diseñadores y firmas de lujo italianas desbordaron creatividad, jovialidad y mucha sensualidad, un estado de ánimo que se plasma claramente en sus colecciones.Locura, caos, sexo y diversión, es la propuesta de la moda #MadeinItaly para la próxima temporada estival. Mamma mia!Fendace, todo con exceso. Sin duda el show que mayor impacto tuvo fue “Fendace”, la inesperada alianza entre Fendi y Versace que ha revolucionado la manera de entender la moda. La fusión de dos monstruos del lujo global consistió en el intercambio de Directores Creativos entre marcas que normalmente son competencia. Donatella Versace presentó su versión de Fendi, mientras que Kim Jones mostró su visión de Versace. El resultado fue el colapso de dos universos que se rigen por la fastuosidad, la ostentación y la sexualidad. El exceso tiene un nuevo significado. Prada, seducción y reducción. Con dos desfiles realizados de manera simultánea y paralela en Shangai y Milán (y transmitidos en vivo en cada locación), Prada explora las nuevas realidades y comunidades que intercalan el mundo físico y virtual. Un diálogo abierto entre tecnología, comunicación y diseño. Una colección perfectamente lograda que se basa en el concepto de reducir para seducir, desvestir el cuerpo y el arte de la seducción a través de las prendas. Prada coquetea sin remordimientos. Blumarine, lo hizo de nuevo. Siguiendo con la buena racha ocasionada por el trabajo de su Director Creativo, Nicola Brognano y que ha posicionado a la marca en la cima del éxito, Blumarine mantiene la estética Y2K y la lleva a nuevos niveles. Una oda al estilo “dosmilero” en la mejor versión de Paris Hilton. Una colección sumamente girly y sexy en donde lo “ordinario” se convierte en algo cool. Roberto Cavalli, instinto animal. Otro “come back” es el que está viviendo la firma Roberto Cavalli, cuya segunda colección a cargo del diseñador Fausto Puglisi finalmente vio la luz en las pasarelas. Un trabajo que retoma el ADN de la casa italiana, en donde abundaron los animal prints, los mini vestidos y una cruda sexualidad. El regreso de Cavalli a la escena global después de años de estar en la sombra es hoy una realidad. Fendi, fiebre disco. Ningún lugar tuvo mejores fiestas que el Studio 54, ese es el espíritu de Fendi que tuvo como referencia el trabajo del ilustrador Antonio López, un artista que impregnó de modernidad, diversidad y sexualidad a la moda en los 70´s. Kim Jones lleva a Fendi a su versión más desinhibida y libre, en donde por supuesto el lujo y el glamour son obligatorios. Cualquier pretexto es bueno para hacer una gran fiesta. Versace, levitando. Nadie mejor que Dua Lipa para abrir y cerrar el desfile de Versace, así la cantante del momento caminó con súper modelos como Gigi Hadid y Naomi Campbell en un show que tomó dos elementos claves en la herencia de Versace: las bufandas y los prendedores. Un espectáculo de moda como es costumbre en Versace en donde no faltó la explosión de color y estampados al ritmo de los mejores hits de Dua Lipa.Ferragamo, en transición. Tras la partida de Paul Andrew, la marca florentina se encuentra en una etapa de transición que pone una interrogante a su futuro. La nueva colección realizada en conjunto con el equipo creativo de la casa y el diseñador Guillaume Meilland, presentó prendas clásicas y prácticas cuya sencillez resultó atractiva para muchos y cuestionable para otros. Un regreso al origen, ropa atemporal con aires bohemios y atención a los terminados artesanales. El próximo capítulo de Ferragamo está por escribirse. VN
