La ansiedad por consumir alimentos dulces es un fenómeno común que muchas personas experimentan a lo largo del día, especialmente en momentos de estrés, cansancio o tristeza. Este impulso no se trata solo de un simple antojo: tiene raíces fisiológicas, emocionales y hasta culturales que influyen en nuestro comportamiento alimenticio. Comprender por qué ocurre puede ser clave para manejarla de forma saludable. La ansiedad por los dulces tiene tanto una base biológica como emocional, y es importante no ignorarla ni sentir culpa al experimentarla. En lugar de reprimirla, la clave está en comprender su origen y establecer hábitos saludables que permitan mantener un equilibrio, priorizando el bienestar físico y emocional.BB