La fruta es uno de los alimentos imprescindibles en la dieta, pues es una gran fuente de nutrientes para el cuerpo humano. Sin embargo, el ritmo de vida acelerado provoca que la fruta previamente picada sea una opción atractiva para muchas personas.Aunque comprar la fura en esta presentación es una alternativa práctica, la realidad es que hacerlo es poco recomendado por diversos factores.De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la fruta aporta nutrientes esenciales para el cuerpo. Por lo general, suele consumirse en estado fresco (como en jugos o postres) gracias a su sabor dulce-acidulado, así como por su aroma intenso y agradable.Esta misma fuente añade que su cáscara es el “mejor estuche” de protección contra sustancias dañinas y que muchas veces se acumulan durante el proceso de cultivo, almacenamiento y transporte.Comer fruta previamente picada es un hábito común, ya que es fácil de encontrar en supermercados, fruterías, puestos ambulantes y tiendas de abarrotes.Si hablamos de los beneficios de dicha práctica, sin duda la practicidad encabeza la lista. No obstante, el lado negativo es que su precio suele ser más alto a comparación de la fruta entera.Según el sitio estadounidense Dine Market, esto se debe a los costos de manufactura y, especialmente, al empaque en el que se presenta el producto final.Además, se desaconseja comprar fruta cortada porque, al retirar su cáscara, la barrera natural de protección se sustituye por un envoltorio (muchas veces de plástico) que al desecharse genera un impacto ambiental negativo.Si bien la fruta picada parece ser una alternativa rápida de consumo, es importante tener precaución porque ha sido manipulada previamente y, al carecer de su cáscara protectora, incrementa su riesgo de contaminación.Por ejemplo, el sitio especializado Healthline publicó un artículo en el que desaconseja la compra de melón pre-cortado sin conocer su origen. Al mismo tiempo, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos advirtió sobre un brote de productos contaminados con salmonella.En su texto, el Doctor Patrick Penfield, profesor de la Universidad de Syracuse, explicó que dicha contaminación puede ocurrir en distintas etapas de la cadena de suministro.De igual manera, la plataforma de información ciudadana Comunidad de Madrid indicó que, durante el proceso de producción, transporte o almacenamiento, las frutas pueden contaminarse con bacterias como la Salmonella, Listeria o Escherichia coli.Si son manipuladas (al ser peladas o cortadas), esos agentes patógenos pueden transferirse fácilmente a la parte comestible, ya que su cáscara protectora ha sido removida.Ya sea al tocarlas con las manos no limpias o por el uso de superficies y utensilios contaminados (como cuchillos o tablas de cortar) la fruta picada corre peligro.Por otra parte, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) advierte que si la fruta cortada se conserva a temperatura ambiente, bacterias como la salmonella pueden multiplicarse sin que se perciba un deterioro evidente en su aspecto.Finalmente, se afecta su composición nutricional, ya que se acelera la pérdida de agua y se reduce la concentración de vitaminas hidrosolubles. Por lo tanto, su periodo de consumo se reduce.Si se desea consumir la fruta en esta presentación, la Comunidad de Madrid sugiere:* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *MB