Se cree que existen más de 2 mil tipos de té en el mundo, y si tuviéramos que mencionar a los más populares, definitivamente el té verde entraría al recuento y ocuparía uno de los primeros lugares.Elaborado con la Camellia sinensis, el té verde fue descubierto hace más de 4 mil años. Desde entonces se ha consumido con fines medicinales, pues la planta tiene múltiples propiedades curativas.En algunos países se consume el té verde a diario y en otros más forma parte de las tradiciones gastronómicas. Aunque hay muchas teorías sobre su origen, la historia cuenta que un emperador chino se encontraba en su jardín de especies salvajes y una brisa entró en contacto con las hojas maduras de una planta verde, expidiendo un delicioso olor. Aquí habría nacido la bebida.En la antigüedad se consumía como un remedio para beneficiar la salud mental y el cuerpo. Su popularidad se extendió hasta los monjes budistas, quienes lo consideraron como pilar en la práctica espiritual. Más tarde, llegó a la élite y sus usos se extendieron por encima de la herbolaria.Y es que, en la cocina, su polvo se agrega a recetas de pastas, pescados, salsas, postres e incluso en la coctelería. Su distintivo sabor y aroma dotan a los alimentos de una esencia que resulta agradable al paladar, sobre todo, para las personas que no son tolerantes al sabor.Por otra parte, de acuerdo con el Manual de Salud MDS, este té contiene cafeína y antioxidantes como los flavonoides, polifenoles y catequinas. También destaca por su aporte de vitamina B y E, manganeso, potasio y cobre, cuyas propiedades son antioxidantes, antiinflamatorios y estimulantes.Retrasa el envejecimiento celular por la cantidad de antioxidantes que alberga, lo que implica la prevención de las arrugas y la deshidratación de la piel, indica la revista médica Túa Saúde.Mejorar la salud dental, pues sus compuestos antiinflamatorios combaten enfermedades como la periodontitis, caracterizada por la inflamación de las encías.Regula la presión arterial, debido a que contiene catequinas que relajan los vasos sanguíneos y facilitan la circulación de la sangre por las arterias.Previene infecciones y enfermedades intestinales, gracias a la catequinas con acción antimicrobiana y antiinflamatoria.Estimula el tránsito intestinal, puesto que la cafeína impulsa los movimientos naturales en el aparato digestivo, lo que permite una evacuación fácil.Según un artículo de la National Library of Medicine, el té verde puede mejorar la salud cerebral y las funciones cognitivas gracias a los polifenoles. Dichos antioxidantes protegen a las células cerebrales del daño ocasionado por los radicales libres.Aunque el té verde se puede tomar en cualquier momento del día, el horario clave es por la mañana. Durante el desayuno, el cuerpo se encuentra receptivo a los nutrientes de los alimentos y bebidas, lo que puede traer un mayor aprovechamiento. Eso sí, acompáñalo con otros platillos para obtener una comida completa.Pon a hervir el agua y agrega el té verde. Deja a fuego bajo por 20 minutos; posteriormente, añade el jugo del limón y la miel para endulzar.El Manual de Salud MDS advierte sobre los posibles efectos adversos del té verde. En personas con sensibilidad puede ocasionar síntomas como "insomnio, ansiedad, frecuencia cardíaca rápida (taquicardia) y temblor leve".De igual manera, advierte que su consumo desmedido reduce la absorción de hierro y ácido fólico. Por eso, las personas con anemia, mujeres embarazadas, pacientes con problemas hepáticos o con trastornos cardiacos no deberían consumirlo sin supervisión médica.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsAppOF