La tlayuda es uno de los platillos más representativos de la gastronomía oaxaqueña. Su nombre proviene del náhuatl “tlao-li”, que significa maíz desgranado, y el sufijo “uda”, que denota abundancia, lo que sugiere una abundancia de maíz.Este manjar se elabora con una tortilla de maíz blanco de gran tamaño, que se cocina hasta obtener una textura crujiente y ligeramente correosa. Posteriormente, se adereza con asiento de puerco, frijoles refritos, quesillo, carne (como tasajo o cecina), y se acompaña con salsa y vegetales frescos. Su preparación tradicional al calor del anafre le otorga un sabor inconfundible. Las primeras menciones históricas de la tlayuda datan de principios del siglo XX. Eulogio R. Valdivieso ya hablaba de la “sabrosa clayuda” como una especie de tortilla cocida parcialmente en el comal y luego recalentada con el calor del fuego. También el general Donato Bravo Izquierdo mencionó en sus memorias de la rebelión delahuertista haber servido “tlayudas” como parte de una comida típica del Istmo de Tehuantepec. Hoy en día, la tlayuda es considerada un emblema de la identidad cultural de Oaxaca. En 2023, el Congreso Local declaró a la tlayuda y al quesillo como “bienes gastronómicos patrimoniales” para protegerlos y promoverlos a nivel internacional. Este platillo ha ganado reconocimiento más allá de las fronteras de Oaxaca. En 2020, fue elegida como la mejor comida callejera de Latinoamérica en una encuesta realizada por Netflix Latinoamérica. La tlayuda no solo es un deleite para el paladar, sino también un símbolo de la riqueza cultural y culinaria de Oaxaca. Su nombre, su historia y su sabor la convierten en un platillo único que continúa siendo apreciado por locales y visitantes por igual.KG