El exceso de consumo de refrescos, conocidas bebidas azucaradas, ha sido asociado con diversos problemas de salud, incluyendo efectos secundarios potenciales en los riñones. Estas bebidas, que pueden contener azúcares añadidos, edulcorantes y ácido fosfórico, están presentes en una amplia gama de sabores y variedades, incluyendo las bebidas energéticas o deportivas.Entre los diferentes tipos de refrescos, se encuentran aquellos con sabores como cola, naranja, limón y uva. Por ejemplo, la cola, reconocida por su color característico, contiene ácido fosfórico para mejorar el sabor y preservar la bebida. Esta adición permite enmascarar el exceso de dulzor debido a los altos niveles de azúcar presentes. Algunos refrescos de naranja incluyen colorantes como el rojo 40, que han sido asociados con problemas de salud por parte de organizaciones de consumidores como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).El consumo excesivo de cualquier tipo de refresco puede ser perjudicial para la salud renal, dado que los riñones desempeñan un papel crucial en la filtración de desechos y líquidos del cuerpo, así como en el mantenimiento del equilibrio de agua, sales y minerales en la sangre. Aunque los refrescos pueden tener un sabor dulce, su contenido de azúcar, calorías y edulcorantes puede aumentar el riesgo de problemas renales.Según el Harvard T.H. Chan School of Public Health, una opción relativamente más saludable para los riñones podría ser el agua carbonatada sin endulzar, sin embargo, no hay un refresco que sea mejor para la salud, dejando al agua como la opción saludable y no dañina para el cuerpo.JV