Durante años, la “mala letra” fue vista negativamente, especialmente en el ámbito escolar. Sin embargo, hoy se sabe qué múltiples factores influyen en la forma en que escribimos, y que una caligrafía desordenada no está necesariamente relacionada con la inteligencia o el rendimiento académico.Aunque tener una escritura estilizada suele ser valorado, la caligrafía personal va más allá de la estética y puede reflejar, sobre todo, pequeños rasgos motores.La grafología es la técnica que analiza la escritura para establecer vínculos con la personalidad, sugiere que una caligrafía irregular puede revelar diversos rasgos emocionales y cognitivos.Es importante no considerar la mala letra como un defecto o un indicio de problemas psicológicos. La escritura está influenciada por factores como la educación, la práctica y el contexto cultural. Además, si existen preocupaciones sobre la relación entre la escritura y la salud mental o neurológica, lo más recomendable es acudir con un especialista en psicología o neurología para una evaluación adecuada.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO