Hacer ejercicio con constancia y no ver resultados en la báscula puede ser frustrante. Muchas personas se enfrentan a esta situación y creen que el esfuerzo no vale la pena. Sin embargo, existen diversas razones por las cuales la pérdida de peso no siempre ocurre de manera inmediata, incluso cuando se mantiene una rutina de entrenamiento regular.El ejercicio es fundamental para la salud, pero no siempre basta por sí solo. Si la ingesta calórica es mayor o igual a lo que se gasta, el cuerpo no reduce peso. Muchas veces, sin notarlo, se compensan las calorías quemadas con porciones más grandes, snacks extra o bebidas azucaradas.La actividad física, sobre todo si incluye fuerza o resistencia, favorece el desarrollo de masa muscular. Este tejido es más denso que la grasa, por lo que podrías mantener el mismo peso en la báscula, aunque tu cuerpo luzca más firme y definido. En estos casos, las medidas corporales o la ropa son un mejor indicador que el número en kilos.Cuando se comienza a entrenar, el organismo gasta más energía. Sin embargo, con el tiempo puede adaptarse, reduciendo el consumo calórico para conservar reservas. Esta adaptación metabólica hace que el proceso de bajar de peso sea más lento, aunque el esfuerzo físico continúe.Dormir poco y vivir bajo estrés constante eleva la producción de cortisol, una hormona relacionada con el aumento de apetito y la acumulación de grasa abdominal. Incluso con ejercicio regular, no descansar adecuadamente puede obstaculizar la pérdida de peso.Realizar siempre el mismo tipo de entrenamiento limita los resultados. El cuerpo se acostumbra al esfuerzo y cada vez quema menos calorías. Alternar ejercicios de cardio, fuerza, intervalos de alta intensidad (HIIT) y actividades recreativas ayuda a mantener activo el metabolismo.En algunos casos, la dificultad para bajar de peso está vinculada a condiciones como hipotiroidismo, resistencia a la insulina o desequilibrios hormonales. Ante la sospecha, es recomendable acudir a un especialista para descartar estas causas.La actividad física aporta múltiples beneficios: mejora la salud cardiovascular, aumenta la energía, fortalece los músculos y reduce el riesgo de enfermedades. Si el objetivo es bajar de peso, conviene acompañar la rutina con una alimentación balanceada, buen descanso y, en caso necesario, asesoría médica o nutricional.BB