La cinta documental “Los ojos del mar” del director José Álvarez llegó ayer a cartelera nacional, después de haber hecho un recorrido por festivales como el FICG 32 del año pasado.La trama es sobre el naufragio de varios pescadores ocurrido en 2011 quienes se perdieron en mitad del mar y a manera de homenaje, Hortensia, una mujer de Tuxpan, Veracruz, quien es la narradora de este proyecto fílmico, buscará los testimonios de cada una de las familias de estos hombres que perdieron la vida trabajando.“El hecho de poder estrenar una película, ahora sí que es el cierre después de cuatro años de estar investigando, filmando y editando… Es una maravilla, sobre todo el vivir una experiencia tan ligada a la realidad y el dolor, pero también a la esperanza”, comenta en entrevista José.El oficio del pescador es muy castigado, la cinta tiene muchos mensajes intrínsecos, y uno de ellos es las condiciones laborales bajo las que trabajan, todo el esfuerzo, sudor y cansancio que hay detrás de un plato con camarones. “Es un oficio muy complicado y muy peligroso, batallan con tormentas eléctricas, con heladas, con nortes, el clima, el sol encima todo el día, 90 días sin tocar tierra, sin duda es un oficio muy complejo”.“Pero también hay otras cosas bien interesantes; por ejemplo, la vida casi monástica que viven los pescadores sobre un barco y que establece de alguna manera un contacto con ellos mismos, es como avivar una voz interior y eso le da al pescador un carácter humano y además muy profundo”. Sobre por qué elegir a Hortensia como la voz central de la película, explica el director que se debe a la conexión con los pescadores de la tierra al agua. “A ella la encontramos justamente en medio del muelle, una mujer en medio de tantos hombres, además de ser una figura casi como de sirena, ella es el puente entre la tierra y el mar para los pescadores y les ayuda a tener esa comunicación, también es una mujer muy extrovertida con una historia de vida muy accidentada y muy dolorosa, ella tiene la idea de redimirse en esta película y traerle consuelo a las familias que habían perdido en el 2011 a sus pescadores, que eran cinco y un biólogo”.Sobre filmar en el mar, destaca que sí fue complicado sobre todo en un barco camaronero que es más pequeño, así como el movimiento permanente donde la gente se marea y el clima es muy rudo con sol, calor, lluvia y frio, “todos nos llevamos un pedazo de la pesca en nuestros corazones”.El documental seguirá su recorrido en festivales internacionales y buscarán que llegue también a una plataforma digital para que se pueda ver también en televisión. José ahora está produciendo otro documental para Pedro González Rubio sobre la cultura poblana, y también tiene en mente un proyecto de radio, pues su carrera también se ha desarrollado con anterioridad en las cadenas radiales.
